Puente de Diciembre. Fecha en la que tradicionalmente se da el pistoletazo de salida a la colocación de la decoración navideña y donde, por supuesto, el árbol de Navidad ocupa un papel más que protagonista. Un árbol que siempre que lo ves piensas lo mismo: igual debería apostar por otro tipo de adornos para que no se vea tan pobre, solo lleno de bolas y destile más elegancia.
La solución no pasa por comprar un modelo de abeto más frondoso, sino echar un vistazo a estas dos ideas que hemos visto en la red social Tik Tok donde dos jóvenes nos enseñan, cada uno con su propio estilo, cómo llenar esos huecos vacíos que quedan al abrir las ramas de todo árbol artificial de Navidad. ¿Quieres ver el resultado?
La presencia de elementos naturales
Que tengas un abeto navideño artificial no quiere decir que no puedas aportarle tu buena dosis de realismo natural en forma de ramas, flores y hojas. Esta es precisamente la alternativa que hemos descubierto en esta red social: añadir distintas plantas naturales como eucalipto, ciprés, magnolio y hojas de castaño de distinto tamaño para dar el tono colorido y natural al árbol.
No te lo creerás en un primer momento, pero al ver el resultado final habrá merecido la pena la visita al vivero. Y es que ahora sí puedes presumir de árbol frondoso, natural, elegante y bellamente decorado. Es tan sencillo como ir colocando cada una de las ramas de forma aleatoria entre los huecos que vayas viendo. Además del verde de las principales ramas, salpica tu árbol con tonos rojos, marrones, borgoña (la tendencia del momento) y algún que otro mostaza en forma de pincelada llamativa.
Esta alternativa natural y minimalista no solo dará un toque de estilo a tu Navidad de este año, sino que inundará la zona donde tengas puesto este elemento decorativo de un olor único a verde, a campo, a naturaleza y a aire puro. Y esto sí que no puede ser más navideño y acogedor.
El broche de oro
Con este truco, que además es de lo más asequible, estamos a nada de tener el árbol de Navidad perfecto que siempre habíamos deseado. Ese que presume de toque elegante, bonito, con estilo y personalidad. Por eso, para no desviarnos del camino de la estética, el broche de oro no es llenarlo todo de espumillón de colores, guirnaldas de brillos que se encienden y se apagan y miles de bolas por doquier.
Nada más lejos. El detalle viene ahora en pequeñas dosis de interiorismo: unas luces muy delicadas, apenas imperceptibles y de tono cálido que envuelvan la atmósfera; algunas esferas en color beige o vainilla; ciertos detalles en cristal o terciopelo; además de un gran cesto hecho de mimbre que sirva de base rústica en la parte baja. Sin duda, serán los detalles que sumarán calidez y estilo minimalista al abeto navideño de este 2024.