En Gracia, uno de los barrios más carismáticos de Barcelona, el estudio NEXT Arquitectura convirtió un piso viejo, oscuro y muy compartimentado, en un hogar luminoso, funcional y lleno de vida. Y lo hicieron "manteniendo su encanto, pero conectándolo con el presente", explican. No fue fácil porque la vivienda aún conservaba su estado original, con instalaciones anticuadas y muy poca luz natural.
El desafío estaba servido, ya que el objetivo era conseguir espacios abiertos y luminosos que, a pesar del tamaño reducido, dieran una sensación de amplitud. Además, los propietarios -una joven pareja con una niña pequeña- tenían clara una idea: optimizar la zona de día, minimizando la de noche que solo se utiliza para dormir y crear así un entorno donde su hija pudiera jugar libremente.
Nueva distribución de tres áreas diferenciadas y conectadas
El proyecto comenzó con el trabajo de tirar todos los muros, salvo los de carga, y reestructurarlo todo de cero, bajo una configuración con una visión muy funcional. Se integra la entrada con la cocina-comedor y el salón en un espacio continuo, y para proporcionar más privacidad y reducir los ruidos, la zona de noche se cierra con puertas correderas.
Precisamente, uno de los aspectos más interesantes del proyecto es la interconexión de los espacios, con tres áreas diferenciadas, del mismo tamaño, pero conectadas por pasos estrechos que luego se abren a estancias luminosas y amplias, creando una sensación de expansión y contracción que juega con la percepción espacial.
"La transformación del piso de Gracia es un testimonio de cómo el buen diseño puede revitalizar un espacio antiguo y adaptarlo a las necesidades actuales" _ NEXT Arquitectura