La historia de este proyecto es la suma de tres mini-historias que queremos contarte para entender mejor cómo se ha conseguido el tan deseado objetivo final de entrar en la vivienda y tener ese efecto wow! "Tanto a nivel de diseño, como de luz, como de ser algo diferente, cuidado, especial...", detalla Barbara Aurell, fundadora del estudio Espacio en Blanco y autora del proyecto.
De entrada, la casa viene de origen con la estructura típica del reconocido edificio barcelonés de las Cocheras de Sarrià del arquitecto J.A. Coderech, lo que, en este caso, se traducía en una mala distribución y, en consecuencia, una pésima entrada de luz natural. Así pues, la primera mini-historia responde a la de una familia que quería un cambio radical de casa.
"Soñaban con vivir los espacios de distinta manera según el momento del día y la situación. En familia, con amigos o solos, escuchando música o cocinando. Espacios compartidos que pudieran ser individuales. Y luz, mucha luz", explica Aurell. También había la necesidad de amplitud, de crear espacios más abiertos. En resumen, "se tenía que dar un giro a toda la casa y hacer que pareciera que se habían multiplicado los metros cuadrados".
Abrir la casa a la fachada para ganar luz y unir espacios
La segunda mini-historia se sitúa más atrás en el tiempo. Cuando la propietaria, durante la pandemia, le escribió a Aurell para decirle que admiraba su trabajo y que soñaba con que algún día ella le hiciera el proyecto de su vivienda. Al tiempo, la interiorista le hizo partícipe de su método de trabajo: una libreta en la que escribir a mano su particular 'cómo quieres vivir'. Ese fue el inicio de todo. Y apenas pasaron 5-6 meses, entre los deseos plasmados en esos papeles y la entrega de llaves.
La rehabilitación consistió principalmente en tirar toda la casa para llenar de luminosidad cada espacio. "Tenía que ser capaz de encontrar la luz donde no la había", cuenta Aurell, y el paso fundamental fue abrir la vivienda hacia la fachada, juntando las estancias en la parte delantera. Se apostó por unir la cocina al salón-comedor y crear también, en un espacio contiguo, una sala de música/estudio, porque los propietarios tienen una colección de vinilos muy importante.
Las puertas correderas determinan la estudiada distribución
La clave de esta distribución está en las puertas correderas que ideó el estudio, en metal y cristal traslúcido rallado que permite el paso de la luz, haciendo también que las estancias resulten participativas de la zona de día pero, a la vez, ofreciendo cierta intimidad y todo ello disfrutando "de un juego visual muy bonito". Unas puertas que, reconoce Aurell, supusieron un gran reto a nivel técnico.
Y estas mismas puertas correderas son las que protagonizan el acceso a la vivienda, pero, en este caso, pintadas en un color azul que es el que genera ese efecto wow! al entrar que solicitaban los propietarios. Y lo primero que ves, de frente, es la mesa redonda del comedor que, "sin quererlo, es el núcleo de todo porque recibe, distribuye, reúne...", confiesa la interiorista.
Base neutra predominante con toques de color
A efectos cromáticos, el color potente de la entrada deja paso a los neutros predominantes de todos los espacios, aunque con ciertos toques de color provenientes de las obras de arte. La neutralidad del blanco hueso y la combinación con la madera ayuda, y mucho, a potenciar la luminosidad tan solicitada. El resultado es un espacio íntimo, pero también lleno de luz, donde sentirse a gusto, recogidos pero, a la vez, con amplitud.
Elegir el mismo pavimento para todas las estancias también fomenta la sensación de continuidad visual, sobre todo, en esta zona de día donde se concentraron la mayoría de los esfuerzos del proyecto, trabajando la distribución muy minuciosamente, al milímetro, con el fin de que cumpliera todas las expectativas y necesidades para que pudieran vivir el espacio tal como ellos querían.
Un clásico actualizado de espacios polivalentes para ser vividos
El resultado es un clásico actualizado donde todo es posible y cada cosa tiene su sitio. "Pensar bien los espacios fue básico para poder hacer que se unieran o no, según las necesidades", explican desde el estudio. Y en ello tiene mucho que ver las puertas ligeras que se mueven, dejando espacios polivalentes para vivirlos según el momento del día, sin zonas de paso ni rincones muertos. Y de fondo, música indie, la gran afición familiar.
¿Y la tercera mini-historia?, te preguntarás. Tiene que ver con la especialidad del estudio: Hacer que vivas la vida que quieres vivir. Y esto lo consiguen con la honestidad que solicitan a esa forma de vivir anotada en su libreta, a la que añaden un toque diferencial alineado con el carácter de los clientes.
"Lo más motivador de este proyecto fue lograr que una casa oscura se convirtiera en una fuente de luz y amplitud brutal" _ Bárbara Aurell