Este proyecto es el resultado de diseñar la casa de un fan de los juegos de Lego y un seguidor de las aventuras de Tintín. "Lo tuve claro tras reunirme y charlar con el propietario", explica el interiorista Diego Guillén Ligori. Es más, también cuenta que cuando el cliente vio los renders del proyecto, le dijo: "¿Cuándo empezamos?".
Así fue la historia del proyecto de esta vivienda, nada que ver con la intención inicial que tuvo el interiorista cuando vio donde estaba situada, en la zona residencial de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Él creía que el estilo iría en consonancia con el barrio, es decir, un proyecto de calidad atemporal. Sin embargo, todo cambió cuando conoció al propietario, un promotor musical.
Un proyecto de interiorismo protagonizado por el color
El proyecto empezó a gestarse mucho antes de que empezaran las obras. El cliente dio su ok en febrero, pero estas se iniciaron en julio para que la familia solo tuviera que ausentarse de la casa durante cinco semanas.
Tras cruzar la entrada a la vivienda, diseñada con carpintería en blanco y paredes revestidas de pizarra negra, el efecto ¡wow!, al acceder a la zona de día abierta, es brutal, al descubrir todo el universo de colores que la protagoniza. Se hizo así "para que el contraste fuera mayor", explica Guillén.
Otro aspecto que se cuidó al detalle fue la iluminación, que se controla mediante domótica en su totalidad, creando diferentes escenas que permiten que la iluminación se regule automáticamente. Así, aparece el proyector desde el techo, se abre el mural del salón o se pone en marcha el tocadiscos apretando solo un botón.
"La primera vez que visité esta vivienda pensé que el proyecto de interiorismo tenía que ir en consonancia con el barrio, pero tras reunirme y charlar con el propietario, lo tuve claro" _ Diego Guillén Ligori