Esta casa es un homenaje a la arquitectura de los 60 adaptada a un estilo de vida luminoso, cálido y mediterráneo

La casa se construyó en 1966 y se ha reformado íntegramente este año, aunque mantiene el estilo característico original de aquella década reinterpretado con un diseño a medida para lograr un interiorismo atemporal y funcional.

En palabras de las interioristas Magali Bastidas y Carola Closa, definen el proyecto basándose en "la combinación de elementos evocadores de la época con detalles contemporáneos, creando un equilibrio armonioso y delicado".

La vivienda situada en Sant Cugat (Barcelona), que suma más de 200 metros cuadrados y consta de dos plantas, se ha reorganizado desde cero, tanto las zonas de día como de noche, para optimizar su relación con los espacios exteriores y mejorar la fluidez y funcionalidad.

COMEDOR. Mesa, de Etnicraft. Sillas, de Carl Hansen & Son.

Esencia mediterránea en los colores, materiales y líneas

Con el objetivo de preservar la identidad de la época de los 60, se ha apostado por las líneas puras, los materiales naturales y una distribución funcional, aunque adaptada a las necesidades actuales y a las particulares de la familia, con dos niños pequeños. Además, la esencia mediterráneajuega un papel importante en la inspiración del proyecto.

COCINA. Encimera y paredes de porcelánico, de Laminam. Grifería, de Blanco. Electrodomésticos, de Bosch. Mobiliario a medida en roble y lacados en el tono general de la casa.

Esta relación hay que buscarla en la conexión fluida entre el interior y el exterior, protagonizado por las amplias dimensiones y una pequeña piscina tipo alberca, diseñada para fundirse con el paisaje. En este sentido, los tonos neutros y cálidos y la selección de materiales relacionados con el entorno mediterráneo (roble natural, texturas de lino…) evocan la frescura y la serenidad que solicitaban los propietarios.

Zona de día conectada al exterior

En el planteamiento del proyecto, las interioristas han concebido una gran área social que fomenta la convivencia y el disfrute del espacio, con la cocina como el corazón del hogar. "Su imponente isla central actúa como punto de conexión entre las estancias interiores y el exterior, generando una transición fluida y acogedora", explican. Y en esto tiene mucho que ver la carpintería invisible que han creado y que permite abrir la casa al jardín.

DORMITORIO PRINCIPAL. Lámpara cerámica en suspensión, de Moebe. Ropa de cama, de Zara Home.

Por su parte, en la sala de estar se ha creado un panelado que esconde dos puertas y dibuja un bonito banco a modo de rincón de lectura. Pero no es la única pieza diseñada 'ad-hoc' para el proyecto, ya que en el dormitorio principal han realizado un cabezal a medida en pladur integrado con una ventana. Y en el baño en suite, el lavamanos de piedra natural también es un diseño del estudio.

BAÑO. Mobiliario, a medida. Grifería, de Tres. Iluminación, de Nexia. Revestimientos porcelánicos, de Vives Cerámica y Living Ceramics.

Buena iluminación e instalaciones eficientes

Considerando que "un buen proyecto de iluminación es esencial porque es el elemento que da vida y magia al espacio", Magali Bastidas y Carola Closa también han cuidado mucho el diseño de la iluminación artificial escenográfica para los momentos más íntimos de la familia, manteniendo una atmósfera cálida y acogedora.

DORMITORIO INFANTIL. Ropa de cama, de Zara Home.

Y otro aspecto donde también se han centrado durante la reforma es en la actualización completa de las instalaciones y en la mejora de la eficiencia energética, a través del sistema de aerotermia con suelo radiante. Y la chimenea del salón que incorpora un sistema de distribución de calor por conductos que garantiza una temperatura agradable en todas las estancias de la casa.

"Esta casa es un homenaje a la arquitectura de los 60, adaptada a un estilo de vida contemporáneo, donde la luz, la calidez y la relación con el entorno mediterráneo son protagonistas" _ Magali Bastidas y Carola Closa