La elección del color en una cocina es una de las decisiones más importantes al reformar o diseñar este espacio. Tradicionalmente, en este ambiente ha predominado el blanco en azulejos o los muebles de madera, ya que son atemporales y prácticos. Hay expertos del sector del interiorismo que se atreven a ir más allá de estas corrientes y apuestan por tonalidades más vibrantes. Una de ellas es la famosa arquitecta italiana, Lina Bo Bardi. Algunos de sus trabajos más destacados se encuentran en Brasil, como el Museo de Arte de São Paulo o Sesc Pompéia. No obstante, su obra más notoria es su propio hogar, la Casa de Vidrio, en la que la profesional apostó por el verde para algunas de las paredes de su cocina.
En este ambiente, la arquitecta optó por revestir algunas de las paredes de verde, recreando el mismo efecto que tiene el vidrio ante nuestros ojos y, de paso, hacer honor al nombre de la casa. Aunque esta apuesta fuera arriesgada, Lina Bo Bardi fue una adelantada a su tiempo, ya que, en la actualidad, este tono es una de las tendencias más destacadas en decoración.
Uno de los interioristas que han seguido los pasos de la italiana, es el español Sigfrido Serra. En su propia casa, el experto ha decidido renunciar al blanco, incluso, en la cocina. El experto apostó por este color porque da fuerza y carácter al ambiente. Y, lo mejor de todo, es que lo acompañó con otras de las corrientes en auge de la temporada: los materiales naturales. "En una cocina, los materiales naturales envejecen bien y aportan frescura y profundidad al ambiente", dice el interiorista para Interiores.
Sigfrido Serra, interiorista: "El color refuerza la personalidad de la cocina y aporta una sensación de calidez"
No es la primera vez que Serra nos sorprende con ambientes llenos de color. Ya lo vimos en otra de las estancias de su casa: en el salón. Y también lo hizo con su obra Orange Forest, que representa un bosque naranja envuelto de sofás puestos alrededor de un gran árbol. La creación, que ocupó un espacio de Textilhogar Valencia, le valió alzarse con el Premio Interiores a mejor Proyecto Efímero 2024.

Foto: Foto: Paloma Pacheco Turnes
¿Cuáles eran tus objetivos a la hora de transformar la cocina?
Quería que la cocina fuera un espacio funcional, pero con una estética que se integrara con el resto de la casa. Busqué equilibrio entre materiales nobles y una distribución eficiente, priorizando la sensación de amplitud y la comodidad en su uso diario. Y, por supuesto, el predominio del color verde.
¿Por qué optaste por una distribución en forma de L?
Esta distribución permite optimizar el espacio y generar una circulación fluida, maximizando la superficie de trabajo sin saturar visualmente el ambiente. Además, favorece la interacción en el espacio, permitiendo que la cocina sea un lugar de encuentro.
Las paredes destacan por un revestimiento de mármol que llama especialmente la atención. ¿Qué materiales utilizaste para decorarla y por qué los empleaste?
Se trata de una pieza de cuarzo de gran formato (ICE MAX GREENTM) diseñada por Arik Levy para Compac -que tuve la suerte de estrenar prácticamente mundialmente- aporta sofisticación y un carácter atemporal. Me interesaba jugar con materiales naturales que envejecen bien y que aportan textura y profundidad al espacio. Combiné este material con madera lacada y detalles metálicos para generar contrastes equilibrados.

Foto: Foto: Paloma Pacheco Turnes
¿Qué estilo dirías que es el predominante en la estancia?
Es una cocina contemporánea con influencias mediterráneas y toques de diseño clásico reinterpretado. Se trata de un espacio donde conviven la funcionalidad y la estética, con materiales y formas que generan una sensación de atemporalidad. Y, por supuesto, mucho color.
¿La elección del color tiene algún significado o función en la decoración de la cocina?
Sí, el color refuerza la personalidad de la cocina y aporta una sensación de calidez y profundidad. Cada tono ha sido seleccionado no solo por su impacto visual, sino también por su capacidad de generar una atmósfera acogedora y armónica. Además, es el predominante en la casa.
¿Por qué decidiste no poner muebles altos en la cocina?
Quería mantener la sensación de amplitud y ligereza en el espacio. Eliminar los muebles altos evita la saturación visual y permite que los materiales y la arquitectura de la cocina respiren. De esta manera, se logra un ambiente más despejado y elegante. Pero te cuento un secreto: Si los utilice, ¡pero son de espejo!