Una habitación con su propio baño y un amplio vestidor abierto para sentirse como en una magnífica suite de hotel, donde la zona de la ducha y del lavamanos estuviesen abiertas al dormitorio. Así de clara (a la par que interesante) era la premisa sobre la que Patricio Ballesty, arquitecto y autor del proyecto de interiorismo de este apartamento, debía iniciar el rediseño del espacio y darle una estética acorde a los gustos personales de su nuevo propietario.

Sin embargo, no fue una decisión tomada con premura, precisamente. “Había comprado la vivienda años atrás, y se había enamorado de su ubicación en la ladera de la montaña, en la zona del Maresme (Barcelona), y sus espectaculares vistas al mar; no obstante, nunca había pasado suficiente tiempo como para emprender una reforma”, cuenta el arquitecto, fundador del estudio de arquitectura e interiorismo Vísteme de Espacio. Hasta que vio uno de sus proyectos publicado en la revista Interiores y supo que tenía que ser el artífice de la transformación de su casa: “Se puso en contacto con el estudio por un proyecto que fue portada en vuestra revista, y aunque el proyecto no se parecía en nada, el concepto de espacios tranquilos —pero coloridos y divertidos— le pareció atractivo, lo que hizo que se enfrentase a los cinco meses que llevaría la reforma integral”, asegura Ballesty.

“En todo proyecto siempre digo a los propietarios que esta es vuestra casa, aquí vais a vivir vosotros. Mi trabajo será acompañaros en el proceso, para que todo lo que os imagináis y queréis sea como lo soñáis’” Patricio Ballesty, arquitecto

¿Qué pedían los propietarios?

Con las primeras reuniones se fue definiendo la lista de necesidades. ¿Pero cuáles eran esas peticiones? A la mencionada estética de hotel del dormitorio principal y vestidor, se sumaba una cocina tipo laboratorio, blanca, lineal, aséptica, y un salón comedor colorido y luminoso. Con estas premisas hubo que cambiar la distribución original. “La planta contaba con tres habitaciones, dos baños, cocina y salón comedor: de tres habitaciones se pasó a una con vestidor, un baño en la suite y el aseo. Para lograr esta reorganización se hizo necesario la eliminación del pasillo, recuperando así metros útiles, y, con el derribo de unos tabiques, conseguimos generar nuevos ambientes para una nueva manera de habitar la vivienda”, asegura el arquitecto.

Por otro lado, y para dar cierto sentido unitario a todos los espacios de la casa, las puertas interiores se diseñaron a medida, de suelo a techo y las paredes se panelaron de forma que ocultaran las puertas, consiguiendo espacios continuos y únicos. A día de hoy, con el proyecto ya finalizado, el propietario nos cuenta lo difícil que le resulta salir de viaje porque está disfrutando de su casa y sus vistas como no lo había.

Todas las fotos: ¡inspírate!