Esta casa con piscina es el refugio moderno y mediterráneo de una pareja que llegaron a Alicante desde Bélgica y ya no quieren volver

Cuando se unen dos profesionales consagrados, como Pasqual Giner y María José Auñón, que aportan la solidez de la arquitectura y la sensibilidad del diseño de interiores, respectivamente, el proyecto resultante no deja indiferente a nadie. Y si no, que se lo digan a la familia belga que adquirió esta vivienda en Calpe (Alicante), con unas vistas impresionantes al Mediterráneo.

Su construcción tradicional, con una distribución poco funcional y una atmósfera fragmentada, estaba claro que debía transformarse por completo para adaptarla a las necesidades y aspiraciones de la vida contemporánea. Eso sí, el vínculo con su privilegiado entorno costero era intocable y, además, debía potenciarse.

Transformación integral manteniendo la identidad mediterránea

12 meses de obras después, este proyecto es el resultado de "la oportunidad perfecta para fusionar innovación y tradición, creando un espacio con una fuerte identidad mediterránea", comentan los autores. Tanto la arquitectura como la decoración se han adaptado a la forma de vivir de los propietarios, una familia con un perfil profesional y cosmopolita, "que valora el diseño innovador, la calidad de los detalles y la relación armónica entre el espacio y su entorno".

La superficie de la vivienda se concentra en los espacios interiores, los porches y la terraza con piscina, sumando un total de casi 500 metros cuadrados, donde la continuidad visual entre todos ellos ha sido una de las claves del proyecto, gracias al uso del pavimento sin juntas que permite una transición fluida entre las estancias, reforzando la sensación de amplitud y armonía.

Continuidad espacial, elección de materiales y diseño curvilíneo

La visión estructural, centrada en dicha continuidad espacial, junto con la optimización de la iluminación natural, es obra de Pasqual. Mientras que María José ha impregnado cada ambiente con personalidad a través de una cuidada selección de materiales, como los acabados de madera de nogal, y detalles como el barro artesanal en la piscina y la terraza, dispuesto en espiga, que realza el carácter refinado y distintivo del conjunto.

COMEDOR. Mesa, de Zanotta. Sillas, de Carl Hansen. Lámpara, de Luceplan.

Y también cabe destacar como tercer aspecto del proyecto el diseño curvilíneo a partir de las formas orgánicas y las líneas fluidas que establecen un diálogo natural con el paisaje costero, generando una arquitectura envolvente y acogedora. Así, puede admirarse en los arcos del porche, en los elementos integrados como hornacinas, en el sofá de obra y en foseados curvos que integran la iluminación indirecta.

SALÓN. Sofá de obra a medida, diseñado por el estudio en microcemento y tejido de lino. Sofá, de Cassina. Mesa de centro, de Kendo.

Tándem profesional a la altura del exclusivo proyecto

La fusión de ambos enfoques ha dado lugar a espacios que combinan la solidez arquitectónica con la calidez y creatividad del interiorismo, siempre bajo la inspiración mediterránea. El resultado desarrollado por este tándem profesional ha dado vida a un refugio contemporáneo que responde a las nuevas formas de habitar, priorizando la belleza serena y el confort personalizado.

La zona de estar, reconocen los propietarios, es su espacio favorito de la casa, desde donde se puede admirar cómo se desdibujan los límites entre el interior y el exterior, con el mar como telón de fondo y una luminosidad envolvente que se regula armoniosamente con el cambio de las estaciones.

"La transformación de la vivienda exigió un enfoque minucioso para respetar la esencia original del lugar y, al mismo tiempo, adaptarlo a una estética renovada y funcional" _ Pasqual Giner y María José Auñón