Como suele ser habitual en los pisos antiguos que son reformados, hay dos intervenciones a cumplir con objetivos totalmente contrapuestos. Uno es acabar con la excesiva compartimentación de espacios estrechos y oscuros, y el otro es conservar al máximo los elementos estructurales originales. Y así fue en este piso del Eixample de Barcelona, de 1900, cuya reforma dirigió el estudio Forma Arquitectura.
Pero entonces sucede que esta conservación hay que saber adecuarla a las necesidades de confort actuales, incluyendo la eficiencia energética, teniendo en cuenta las limitaciones de aislamiento de las construcciones de hace más de un siglo. La solución consistió "en mantener la estructura original e inyectar una capa de aislamiento de celulosa entre la capa exterior y los materiales originales para garantizar un aislamiento óptimo", explican desde el estudio.
Un ambiente con tonos y materiales muy unificados
Luego está la parte más estética. El objetivo era mostrar un minimalismo cálido, con líneas de diseño sencillas, pero evocadoras, donde predominan los tonos terrosos y la madera. Este material tiene un gran protagonismo en los suelos y en las carpinterías, buscando ese guiño cromático con el tono de la cerámica original de la volta catalana del techo, logrando una armonía muy unificada.
El diseño y la fabricación de mobiliario a medida jugó un papel esencial en el proyecto para maximizar el espacio. Así, la mesa del espacio social principal resulta muy polifacética, ya que se utiliza como isla de la cocina, mesa de comedor y área de trabajo, adaptándose a las diferentes necesidades. Lo mismo sucede con el mueble longitudinal de dos alturas del salón que sirve como banco, mueble, almacenamiento, encimera, etc.
Los elementos originales aportan mucha personalidad
Y qué decir de las baldosas hidráulicas originales del piso que se han mantenido para aportar una personalidad muy especial al núcleo del piso como es el pasillo. Sin olvidar la pared de ladrillo visto que se ha optado por pintar de blanco para suavizar su estética e integrarla más fácilmente con otros elementos de este mismo color, como puede verse en la zona de día y en el dormitorio.
Los espacios tienen que tener personalidad, pero sin resultar pesados al pasar muchas horas
- Forma Arquitectura
Tanto al estudio como a los propietarios les gusta definir como 'refugio' este piso, y con ese concepto se hizo todo el diseño del interiorismo. El resultado es una vivienda cómoda, eficiente, cálida y armoniosa, gracias a la combinación de la madera, el verde y los tonos terrosos. Y lo más satisfactorio es la sensación de calma al entrar, y que tanto se agradece teniendo en cuenta su ubicación en el centro de la ciudad.