La complicidad entre Nipa Doshi (Mumbai, India, 1971) y Jonathan Levien (Elgin, Reino Unido, 1972), tándem creativo y pareja vital, es tan patente a lo largo de una conversación con ellos que parecen tener la capacidad de leerse la mente. Ella rebosa talento visual y tiene un marcado carácter reivindicativo, mientras él demuestra sus profundos conocimientos técnicos, incluso echando mano de un sentido del humor muy british. Trabajando codo con codo, diseñan productos y espacios y, juntos, contestan tantas preguntas como se les planten. Empezando uno donde terminó el otro.

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Foto: Hay Diseño: Doshi Levien (sofá)

Entrevistamos al matrimonio de diseñadores de éxito

Provenís de contextos culturales, familiares y profesionales marcadamente distintos. ¿Podríais, por favor, presentaros brevemente?

Nipa Doshi: Yo crecí en una casa art déco –rosa– ubicada en una zona central de Delhi, India, que no era el típico barrio residencial. Teníamos al lado un taller de bicicletas y una fábrica de corte de papel. Y recuerdo mi fascinación infantil tanto por aquella gran cuchilla que cortaba resmas de papel como por un chaiwala [vendedor ambulante de té] local haciendo chai en un gran recipiente de cobre… También recuerdo la frenética actividad en torno a los mercados y los templos, que ha sido siempre mi idea de felicidad. Entonces no sabía nada sobre diversidad, yuxtaposición o mestizaje, pero son conceptos que han tenido gran importancia en la formación de mi personalidad y mi visión profesional. Estudié en el Instituto Nacional de Diseño de Ahmedabad, donde me especialicé en mobiliario; y cuando llegué a Londres ya tenía claro que quería trasladar la belleza de mi cultura a otros mundos. Mostrar que hay otras formas de enfocar la cultura visual y material igualmente válidas, ricas e inspiradoras. Y eso es lo que llevamos más de dos décadas haciendo. Jonathan Levien: Nací en Escocia, aunque nos mudamos a Inglaterra con 6 años, y crecí en la fábrica de juguetes familiar. A los 16 dejé el colegio para estudiar ebanistería por pura vocación y aprendí a trabajar con las manos, y, después, decidí estudiar diseño en el Royal College of Art (RCA), donde Nipa y yo nos conocimos.

“EL MATERIAL NO ES SÓLO EL PUNTO DE PARTIDA DE CADA PROYECTO, TAMBIÉN ES NUESTRO GUÍA EN EL PROCESO DE DISEÑO”

Galerie Kreo    Kinari collection
Foto: Galerie Kreo Diseño: Doshi Levien

Y, ¿cómo dos personalidades, experiencias y capacidades tan diferentes devienen una visión común?

J.L.: Tras licenciarnos en el RCA estuvimos trabajando para otros – yo con Ross Lovegrove, Nita en SCP y con David Chipperfield– durante tres años y, en 2000, fundamos Doshi Levien Ltd. Decidimos fusionar nuestras identidades culturales y nuestros respectivos backgrounds para dedicarnos al diseño industrial con una pregunta en mente: “¿qué podemos hacer de una forma diferente?”.

N.D.: Desde el comienzo, nuestro trabajo ha pretendido crear un nuevo entorno material surgido del encuentro: de nuestras identidades y culturas, de la artesanía y la producción industrial, etc.

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Foto: Jonas Lindstroem

¿Cómo trabajáis, juntos a lo largo de todo el proceso o dividiendo las tareas?

J.L.: En nuestro estudio de Columbia Road, en Londres, nos sentamos el uno frente al otro, y trabajamos en diálogo constante. Nipa suele dibujar en sus cuadernos mientras yo trato de dar forma tridimensional a algún material con el que estoy experimentando… Ese sería un comienzo bastante estándar, común a nuestros proyectos. En mi caso, las mejores ideas llegan de forma inesperada, cuando aparentemente no estoy tan focalizado en ellas. Creo, además, que las ideas son precipitantes y no respuestas concretas que hay que encontrar sí o sí y ahora mismo. Generalmente, llegan cuando menos lo esperas, a menudo inadvertidas.

N.D.: Las ideas me vienen cuando estoy sentada en mi escritorio, trabajando con mis colores y mis materiales. No soy el tipo de creadora a la que se le ocurren cosas en todos sitios, yo necesito estar en el estudio. Y, pese a que cada uno trabaja centrado en su sensibilidad y habilidades, no existen fronteras entre la práctica de uno y otro, sino un diálogo, un apoyo y una complementariedad que son sus claves.

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Foto: Diseño: Doshi Levien

¿La materialidad y el color son, como decís, dos elementos centrales en vuestra práctica?

J.L.: El material es el punto de partida de cada proyecto, nuestro guía en el proceso de diseño. Sus propiedades naturales y la forma de trabajarlo definirán tanto el proceso como su resultado. Y cuando es así, las piezas envejecen de forma natural, bella y atractiva, en paz, lo que les aporta una deseable longevidad. El trabajo manual es el corazón de mi práctica, que Nipa enriquece con sus ideas y puntos de vista.

N.D.: Como te decía antes, yo siempre empiezo dibujando, y mis bocetos incluyen siempre el color, mucho color. Jonathan hablaba de la materialidad como el centro de su práctica, y el color es el corazón de la mía. Colaboráis tanto con prestigiosas firmas del sector –como B&B Italia, Cappellini, Moroso, Hay o Kvadrat (también españolas: Kettal, BD Barcelona o Nanimar- quina) y con galerías –la Galerie Kreo, particularmente–, desarrollando piezas de ‘collectible design’, y hasta autoproducís series limita- das. ¿Hay diferencias en uno u otro caso? N.D.: Tanto si se trata de un aparador –de una serie de ocho, con un precio de miles de euros– para Sèvres, como de un sofá para Hay, o una nueva colección textil para Kvadrat, que se producirán industrialmente y cuyos precios están mucho más ajustados, nuestro compromiso es siempre el mismo. Ni el precio del producto ni su difusión tienen el más mínimo impacto en la forma en la que trabajamos.

J.L.: Y cuando se autoproduce, no sólo se ven más los errores, sino que también se paga, literalmente, por ellos.

Moroso   My Beautiful Backside
Foto: Moroso Diseño: Doshi Levien

“NI EL PRECIO DE UN PRODUCTO NI SU DIFUSIÓN TIENEN EL MÁS MÍNIMO IMPACTO EN LA FORMA EN LA QUE TRABAJAMOS”