Al ver los salones de estos graneros, granjas o antiguas, y normalmente, destartaladas, casas de campo, es imposible no preguntarse cómo se ha producido el milagro. El hecho que las ha convertido en viviendas modernas, eficientes, adaptadas a las necesidades actuales, pero capaces de mantener su esencia.
Un pasado latente en ese poso rústico que muchas veces se ve en sus elementos estructurales recuperados, pero que otras no se perciben, aunque se sienten y logran convertir una casa en un hogar. Repasamos las cinco y te chivamos todos los secretos que han hecho posible esta increíble transformación y que tú puedes recrear en tu casa, esté en el centro de la ciudad, en una urbanización de las afueras o al lado del mar.
1. La vida en rosa en pleno Alto Ampurdán (Gerona)
¿Rural, pero sin complejos de dama? ¡Se puede! Y este viejo molino del siglo XVII reconvertido en una casa moderna y chic es la prueba. La preciosa casa de Macarena Gómez en el Alto Ampurdán (Gerona) es un canto a vivir en la naturaleza a tu manera y sin renunciar a nada. Por eso, en su jardín un mobiliario outdoor, que invita a disfrutar del aire libre, comparte espacio con los animales (entre ellos un avestruz y dos cerdos) en perfecta armonía.
Dos ideas con mucho estilo
1. Una armonía que se produce también dentro de casa. El salón, el rincón preferido de la actriz, no solo tiene vistas al exterior, sino que permite que se cuele dentro y forme parte de él. ¡Primera idea para copiar! Así, suma el paisaje, amplía los metros y logra que se vean como un único ambiente.
2. Las casas de campo no siempre tienen que ser rústicas. ¡Segunda idea! Respetar la esencia y la autenticidad de un viejo molino no implica (necesariamente) una decoración campestre. Bastan con unas pinceladas. Aquí, la personalidad de Macarena, espontánea, divertida y sofisticada, se reflejan en las piezas de mobiliario art decó, los detalles dorados y el sofá rosa con tres butacas (de Sklum). Una decoración acogedora, donde disfrutar del campo.
2. Una casa en Ibiza que derrocha creatividad y lujo moderno
Los arquitectos Jaime Romano y María Osa, junto con la interiorista Roberta Jurado, lograron que una antigua granja ibicenca fuera capaz de dar respuesta a las necesidades actuales, mezclando la decoración rústica con la contemporánea. ¿El resultado? Una villa lujosa y moderna, que vive de puertas para afuera.
Claves de la transformación
Esta vivienda es el resultado de sus limitaciones inherentes (históricas, burocráticas y materiales), que obligaron a los arquitectos a ser creativos. Para ello, fusionaron pasado y presente, modificando, por ejemplo, los colores y las texturas de la madera y la piedra.
La unión hace la fuerza, tal y como ocurre en este espacio común que integra salón, comedor y cocina. Una espaciosa sala ideal para la vida familiar, que habla, además, de apertura y de integración.
Otro de sus trucos deco que más nos gusta es su capacidad para crear un salón en modo verano, aunque fuera haga frío. Esto es posible debido a sus grandes puertas correderas se abren para conectarlo con la naturaleza y disfrutar del buen tiempo y del aire libre, y a su decoración blanca y natural, con aire mediterráneo.
3. Un refugio moderno en las montañas
Ubicado en una antigua cabaña en ruinas del siglo XIX en la localidad de la Roca de Pelancà (Gerona) y propiedad del reconocido pintor surrealista Joan Ponç, las claves de su transformación, obra de la interiorista Mireia Masdeu, se basan en integrar la naturaleza dentro, mediante la piedra y los grandes ventanales.
Aspectos clave
Este salón perfecto para la vida actual posee, sin embargo, su esencia original, manteniendo las paredes de piedra en su estado natural. Material que, además, aumenta la dosis de calidez del espacio y lo hace único y acogedor.
Toda rehabilitación debe tener en cuenta el entorno. Por eso, aquí se abrieron nuevos ventanales que permiten una mejor y mayor conexión con el exterior, que permite que la montaña se cuele dentro y muestre su lado más salvaje y bello.
4. Un granero eficiente que ve la vida a dos alturas
Esta casa centenaria de la comarca de l’Horta Nord (Valencia) albergaba en su planta superior un granero, por lo que era necesario una nueva distribución para incorporar ese espacio a la nueva vivienda y una renovación de todas las instalaciones. El equipo de CU4 Arquitectura fue el encargado de transformarla en una vivienda llena de luz, eficiente y moderna, tanto en el concepto como en la decoración.
Valores añadidos
Una vivienda moderna no solo debe parecerlo, sino serlo. Por eso, el proyecto cuidó la eficiencia energética, mejorando los aislamientos y los vidrios y perfiles de las ventanas. Así, se logra más luz, más calidez y, por supuesto, mayor confort.
Aprovechar los elementos originales e integrarlos al salón de manera natural, como el techo de madera, también es una buena solución. Al igual que incorporar materiales como la madera o las fibras naturales, siempre es una apuesta segura en una casa de campo en versión actual.
5. Una casa que reinventa el concepto de casa de campo
Y lo hace, conservando su esencia original, esa que la dota de alma y pasado, pero luciendo nueva por dentro (eficiente y sostenible) y por fuera. Así, el estudio de interiorismo Júlia Brunet, respetando los elementos estructurales, ha hecho magia para convertir un destartalado y antiguo establo en una preciosa casa de campo.
Aspectos que la definen
El uso de materiales actuales, como el pavimento de cemento alisado del salón, no compromete la esencia rústica, sino que enfatiza el espacio y las vigas de madera del techo.
Los muebles de obra siempre suman, ya que, además de sacar partido al espacio y rentabilizar los huecos y rincones, añaden un toque manual que conecta con las casas de campo. En este caso, la chimenea y la estantería son de obra y cuentan con un acabado remolinado blanco. Un acierto por partida doble.