Natural de la ciudad marroquí de Rabat, la diseñadora de interiores Nezha Kanouni, afincada en Marbella (Málaga), deja patente la fuerza de sus raíces en sus proyectos. La luz, el color, casi el aroma de su tierra… podemos disfrutarlos en todas y cada una de sus creaciones. Una estética que se actualiza con una visión sofisticada del interiorismo, que se adapta e integra también en la naturaleza. Sin duda, un mix contemporáneo lleno de encanto.
Nezha es la responsable de esta belleza marbellí, que, según ella misma indica, “es una reforma integral, con proyecto de arquitectura, interiorismo, decoración, diseño de jardín y espacios exteriores”. Y es que la vivienda original tenía una organización espacial desfasada: por un lado, compartimentada en exceso y, por otro, poco aprovechada respecto a las posibilidades y estilo de vida actual.
“La transformación se logró mediante la redistribución de zonas habitacionales, la apertura del salón comedor, la cocina y las terrazas a planta diáfana, y la implementación de espacios de ocio –como sala de cine, zona de juegos, bodega, etc.–, así como del jardín, la piscina con área de tumbonas integrada...”, comenta la interiorista.
La arquitectura ha sido aplicada a la necesaria ampliación y reconfiguración de los espacios y estancias interiores, así como los accesos y entornos del exterior, piscina, patios, etc., con elementos de interiorismo funcional y elegante, apoyando el flujo de luz natural. “En cuanto a la decoración, esta sigue la premisa del lujo esencial y natural del entorno, utilizando paletas y materiales nobles y orgánicos, al igual que iluminación y mobiliario, tanto realizados a medida como de prestigiosas marcas internacionales, con el cometido de dotar a la vivienda de confort y elegancia, sin recargos excesivos”, asegura Nezha.
Para la interiorista, la transformación ha sido un reto motivador: “Hemos transformado un inmueble obsoleto, estética y funcionalmente en una casa moderna, elegante, fresca y ordenada, adaptada al estilo de vida de su precioso entorno marbellí, guardando la esencia mediterránea de la versión original”. No podemos estar más de acuerdo con ella.