La propietaria de este piso, junto con sus dos hijas, decidió cambiar de barrio y empezar una nueva vida reformando esta vivienda a la que no se llevaron nada de la anterior. "Querían poner un punto y aparte y comenzar con la ilusión de estrenar por completo su nuevo hogar", explica la interiorista Eva Jurado, autora de este proyecto madrileño, donde realizó un profundo estudio de interiorismo acompañado de toda la decoración de la casa.
La vivienda, situada en Madrid, es de los años 70 y acusaba una distribución sumamente compartimentada que no permitía resaltar su principal virtud, que era la luz natural, ya que toda ella es prácticamente exterior. Además, disfruta de una panorámica con mucha vegetación y amplitud visual, dado que las casas vecinas están a bastante distancia.
Distribución nueva que hubo que rehacer varias veces
Eva Jurado supo ver desde el primer momento el potencial de la vivienda, pese a su distribución original, y convenció a la propietaria a que se decantara por ella, ya que ofrecía muchas posibilidades de mejora. La reforma se realizó en cuatro meses, incluida la carpintería y el mobiliario a medida, y se consiguió entregar 'llave en mano' el proyecto "gracias a la planificación exhaustiva con cada gremio y a la profesionalidad de todos nuestros colaboradores", destaca la interiorista.
Pero cuando empezaron los trabajos de demolición, aparecieron bastantes pilares, algunos con los que contaban, pero otros no y, además, estos complicaron los diseños que habían realizado en un principio, con lo que tuvieron que ir replanteando soluciones para integrarlos en el proyecto.
Se ganaron estancias más amplias y se usaron materiales duraderos
Como ventaja, la nueva vivienda no necesitaba el número de habitaciones con las que contaba en origen, de forma que se pudieron permitir crear habitaciones más grandes y también tener baños mucho más amplios. Asimismo, se buscó definir muy bien la zona de día y la de noche, con amplios espacios de fácil circulación.
Como la propietaria se marcó como objetivo que esta casa va a ser la definitiva, se implementaron materiales duraderos, resistentes y atemporales, que no pasaran de moda, como la madera y el mármol. Y todo ello con una decoración sencilla, teniendo en cuenta solo los elementos necesarios, "con tonos neutros de base, pero potenciados con guiños cromáticos intensos porque a nuestra clienta no le da miedo el color", comenta Eva Jurado.
Sin duda, la interiorista reconoce que ha conseguido hacer realidad la casa de los sueños de esta clienta que ya la conocía porque había utilizado sus servicios en otra ocasión y quedó muy contenta.
"Los puntos fuertes son el aprovechamiento de la luz natural, una decoración sencilla con toques de color y la disposición de la cocina independiente, pero integrada, gracias al cerramiento acristalado" _ Eva Jurado