Es la zona de tu casa que se lleva todas las miradas (algunas de envidia sana) y en tu caso es la parte de tu hogar que más disfrutas sobre todo cuando el buen tiempo se acerca y las temperaturas son más benevolentes. En función del espacio que tengas, la imaginación y la creatividad se pueden desbordar buscando ese interiorismo más adecuado y donde se den a partes iguales estética, comodidad y funcionalidad.
Por eso te damos estas tres opciones (de más grande a más pequeña) repleta de ideas para vestir tu terraza de cara a esta primavera que ya disfrutamos y los meses estivales. Un recorrido de lo más inspirador que mantiene en cada caso la misma línea estética y que supone una continuación, en el exterior, eso sí de lo que se puede intuir en el interior de la vivienda que alberga estos pequeños oasis al aire libre.
1. GRANDE: En el Sur se vive mejor
Bienvenida una terraza con mayúsculas (y no solo por sus metros cuadrados). Una terraza que forma parte de un espectacular espacio exterior para disfrutar en distintos momentos del día (y la noche) por toda la familia en función de las necesidades. Espacios que se han sabido delimitar decorativamente hablando pero con un denominador común donde la luz, los colores y materiales naturales y el lujo más confortable son la seña de identidad de todos ellos.
Es el caso de este primer salón o zona de relax (amplia para recibir a toda la familia y amigos) y donde el blanco es el absoluto protagonista en la estructura exterior de la casa, así como en los textiles de esos cuatro sofás que comparten este rincón de lo más sosegado. Minimalismo en calma para un mobiliario con base de cañas de bambú combinado con pequeños detalles decorativos perfectos: las dos mesas bajas en un gris que no roba protagonismo, así como las dos bellas lámparas colgantes totalmente artesanales y en un tono aguamarina que enamora.
Más ideas para copiar para tu terraza exterior, la zona dedicada al comedor para esas comidas y cenas al aire libre bajo una contundente estructura de madera. En este caso se repite ese mismo empleo de materiales nobles y terrenales tanto para los muebles como los accesorios que visten el interiorismo de este espacio rodeado de verde y junto a la piscina.
2. MEDIANA: La misma esencia del Mar Mediterráneo
Seguimos con esta particular y preciosa selección de algunas de las terrazas que más nos han cautivado en INTERIORES con esta otra algo más pequeña, pero con un protagonismo en su decoración indudable.
Si antes nos habíamos ido al Sur para relajarnos en el exterior con el buen tiempo, ahora este viaje de interiorismo nos lleva hasta el Mar Mediterráneo reflejado en los tonos y detalles de este espacio exterior recogido (en mitad de un patio interior) y de lo más acogedor.
Se repite la esencia natural de tonos cálidos y suaves como en el anterior caso, pero para esta ocasión los colores nos llevan a poner los pies sobre la tierra para llevar la batuta cromática. Un protagonismo en las paredes que se refleja en un suelo continuo de madera, en el mobiliario y hasta en grandes macetas de terracota y barro cocido (dentro de ese ambiente al borde del mar).
Si no tenemos la suerte de contar con un espacio amplio con césped para que nuestros pies sientan ese verdor, nada como sabernos rodear de plantas (cuanto más grandes mejor) para esa pincelada de naturaleza, de espíritu acogedor y de frescor en las horas de más calor. Y un último detalle para copiar y que puede pasar desapercibido en una terraza: una alfombra natural en tonos beige para aportar ese sentimiento hogareño y cálido a este espacio bajo las estrellas y el sol.
3. PEQUEÑA: Centímetros de interiorismo en la ciudad
No cuentas con un amplio jardín como el primer caso y tampoco con un patio interior para tener esa terraza de ensueño donde desconectar de la rutina en primavera y verano. En tu caso solo cuentas con esta pequeña salida al exterior en forma de balcón cerrado. Piénsalo bien; también es una suerte para respirar aire puro y salir, por unos instantes de casa sintiéndote en tu mismo hogar.
Y, además, hasta los espacios más reducidos pueden llevarse la admiración de tus visitas si aciertas con la decoración perfecta para esos metros (o diríamos centímetros) tan justos. El ejemplo perfecto es esta tercera terraza recogida con una bonita cristalera y estructura propia de la arquitectura del siglo pasado. Un refuerzo exterior que se suma a los detalles decorativos que la hacen tan especial: empezando por el personal suelo de baldosas hidráulicas (que nos lleva también a décadas pasadas); un par de butacas sencillas, ligeras, de diseño y de lo más original a juego con una pequeña mesa auxiliar. Blanco y madera que se repite como en las anteriores estancias exteriores combinado con un tercer elemento cromático, el negro para un jarrón decorativo y pequeñas pinceladas en los motivos estampados de los cojines.