Adriana Nicolau, interiorista: "Al poner la mesa, hay que priorizar los materiales nobles para que todos se sientan como en casa"

Vitalidad y optimismo

El primer tip es más que evidente si nos fijamos en los meses del calendario, donde poco a poco el calor y el sol se vuelven más protagonistas. Por ello, Adriana Nicolau nos confiesa que si la cita con amigos y familia tiene lugar al mediodía y en una zona exterior, nada mejor que irnos a colores que sean frescos, alegres y vibrantes para ir de la par a esas horas centrales del día. 

El blanco como protagonista

Otro de los consejos de esta profesional del diseño interior pasa por emplear el color por antonomasia del verano y uno de los tejidos más frescos y ligeros que decoran nuestro hogar estos meses. Aquí triunfa el binomio blanco y lino para una apuesta de lo más acertada y contrastando, además, con servilletas de colores vivos. ¡Desenfado textil!

Las flores siempre presentes

Un imprescindible en las mesas mejor vestidas, sobre todo en primavera y verano, son las flores. A juicio de Adriana Nicolau, su elección pasa por ramilletes delicados en pequeños jarroncitos distribuidos por toda la mesa para dar un aroma y un ambiente de lo más natural. Junto a estos jarrones nada de poner velas, sobre todo si estamos a plena luz del día. Esta delicada y tenue llama se reserva para las cenas.

Color y naturaleza

El color inunda la cristalería y la vajilla de estas mesas primaverales como nos confirma la experta en interiorismo que, además, en estos meses juegan con los elementos en bambú para poner el pan o la fruta con su nota rústica y campestre. 

Esos vasos, copas y platos en un tono que no es el clásico blanco de la porcelana nos lleva a una clara inspiración vintage y un toque artístico muy bien acogido mientras juega con piezas auxiliares de fibras naturales. 

La vajilla clásica

Que optemos en algunas ocasiones por piezas de vajilla en tonos más desenfadados y que se escapan de la norma, no quiere decir que para otros momentos no nos vayamos al detalle clásico que siempre triunfa. Es el caso de la vajilla blanca con un toque dorado o plata (matiz glamouroso) que siempre es tendencia con su belleza atemporal y su incursión en todo tipo de mesas decoradas. 

Al caer la tarde

En el caso de que la cita con familia y amigos para compartir un momento agradable tenga lugar a última hora de la tarde nos lleva a un cambio de tercio decorativo. Como nos explica Adriana, ella optaría por una personal y sofisticada mantelería en azul navy o burgundy para hacer la escena más elegante. 

Un escenario acogedor

Seguimos por la noche y aquí las reglas estéticas en la mesa están más que establecidas. En primavera y verano nada de poner flores si la velada es nocturna; la alternativa es añadir el toque floral en forma de sutiles ramas de olivo. Este detalle que nos lleva al estilo mediterráneo es perfecto si además lo sabemos acompañar de unas finas copas talladas de vidrio transparente y unas velas muy finas y alargadas. ¡Se hizo la magia más romántica!

Mezcla de espacios y tiempos

El último consejo que nos da esta interiorista pasa por mezclar tiempos y estilos en la misma mesa. "Es importante dar prioridad a lo natural y a los materiales nobles, mientras nos alejamos de protocolos para ser más frescos e informales y que todo el mundo se sienta como en casa". Toda una declaración de intenciones donde casa muy bien la recuperación de piezas antiguas mezcladas con una decoración más actual.