Bañeras convertidas en joyas de diseño: qué saber antes de integrarlas en tu baño

Factores claves

Otros aspectos importantes que también hay que tener en cuenta a la hora de elegir la bañera perfecta son su ergonomía,- su estética y su funcionalidad. Aunque todo es cuestión de gustos. Por ejemplo, existen modelos muy profundos en los que la inmersión del cuerpo es total para incrementar el relax y el bienestar durante el baño, mientras que hay bañeras de menor fondo que las estándar que no renuncian a la comodidad y tienen un gasto de agua muy inferior. Los diseños biométricos se adaptan como un guante a la forma del cuerpo y son otra fantástica opción.

Con hidromasaje

Además del bienestar y confort de las bañeras convencionales, las de hidromasaje suman la opción de disfrutar de un spa sin necesidad de salir de casa. Pero no todos los modelos ofrecen el mismo masaje, sino que los hay de tres tipos diferentes: agua, aire y agua/aire. El primero funciona con una bomba que, tras coger el agua de la bañera, la devuelve con intensidad a través de las boquillas. El segundo proyecta aire a presión desde los jets, proporcionando un masaje suave. Y el tercero combina las dos opciones anteriores, asegurando un masaje vigoroso y envolvente.

Al elegir, conviene saber que existen programas de masaje personalizables, que algunas boquillas son orientables para adaptarse al máximo a la anatomía y preferencias del usuario, y que los modelos de mayor calidad son más potentes e incluyen un mayor número de jets. También que su funcionamiento debe ser lo más silencioso posible para favorecer el confort y la relajación.

¿Qué material elegir?

Piedra natural 

Elegantes y escultóricas, son todo un lujo. Además, tienen numerosas y variadas ventajas: no existen dos modelos iguales y se trata de un material fuerte, duradero y ecológico, que envejece con nobleza. Sin olvidar que sus bellos diseños embellecen los baños en suite.

Acrílico

Las bañeras acrílicas son muy maleables, por lo que pueden adoptar formas muy originales. Esta materia destaca, además, por ser termoaislante, por lo que mantiene el agua caliente durante bastante tiempo, y por ser fácil de limpiar al no ser poroso. También es ligero, resistente a los golpes y tiene un tacto cálido.

Solid surface

Es otro de los materiales más habituales a la hora de dar forma a las bañeras. Se caracteriza por su gran resistencia a golpes, rayas y cambios de temperatura, así como por su tacto agradable y porque se puede reparar fácilmente. Además, permite casi cualquier forma y, al no ser poroso, evita la acumulación de bacterias.

Acero esmaltado

Es ligero, luminoso y no amarillea. También destaca por su resistencia –aunque el esmalte que recubre a estas piezas debe ser de calidad para evitar desconchones– y por ser duradero, por lo que se mantiene inalterable con el tiempo. Es el más tradicional en la fabricación de bañeras, y resulta muy fácil de limpiar.

Diseños innovadores

Y si de personalización va la cosa, se puede jugar también con el frontal en el caso de las bañeras de encastre. Además de materiales tan sorprendentes como el cuero artificial, es posible escoger paneles translúcidos con retroiluminación led, perfectos para potenciar la sensación de intimidad en el baño.

Hay que destacar que las bañeras exentas se han popularizado en los últimos años en los baños en suite, donde centralizan las miradas con sus bellos diseños. Se trata de piezas que no necesitan estructura de encastre, sino que se apoyan sobre su propia base o sobre cuatro patas, y que adoptan estilos muy diferentes: desde las que imitan las formas de los modelos clásicos –incluso las patas metálicas bellamente trabajadas– hasta las actuales, de líneas rectas y estética minimalista. Sea cual sea la elegida será un acierto total, ya que todas añaden carácter a cualquier estancia. Solo cabe añadir que este tipo de piezas encuentra el complemento perfecto en una grifería de pie: por lo general monomandos, con teleducha incluida. Un combo ganador en toda regla que convence al 100%.