Raquel Muñoz, interiorista, elige este tipo de mamparas en sus reformas: "es fundamental en baños pequeños"

Si vas a renovar el baño y no sabes qué tipo de mampara es la que más te conviene, en este artículo desgranamos las principales características y ventajas de tres de las más habituales. En general, elegir entre una mampara fija o corredera depende del tamaño del baño, del uso que le des o de si prefieres primar la estética sobre la funcionalidad. Así, las mamparas fijas requieren menos espacio que las correderas para su instalación y, por eso, son una buena elección en baños pequeños. También suelen ser más fáciles de limpiar y de mantener porque carecen de mecanismos o guías. Eso sí, una mampara corredera es más versátil y permite acceder a la ducha mucho más fácilmente que una fija: un aspecto importante si en la casa hay niños o personas mayores.

Mamparas transparentes sin perfiles: perfectas para baños pequeños

Se trata de un tipo de mampara de estilo sobrio y elegante. La interiorista Raquel Muñoz de Morales nos contaba recientemente en un artículo sobre ideas para decorar baños pequeños y estrechos que se trata de su opción preferida porque consigue que el espacio transmita mayor sensación de limpieza y orden visual. Para ella, esto es “fundamental en baños pequeños porque, además, la limpieza es mucho más sencilla”. En general, al no existir perfilería, el cristal es el gran protagonista y, así, se consigue que la sensación de amplitud sea mucho mayor. Estéticamente, al no existir perfiles, no habrá problemas para encajar la mampara con el resto de la decoración del baño –hay perfiles que recargan la estética de la mampara innecesariamente– y la limpieza es mucho más fácil. En todo caso, sí es importante tener en cuenta que el precio es mayor al no existir perfilería.

Baño con mueble de madera y mampara corredera

Mamparas correderas: una opción funcional

Es, como nos contaba Muñoz de Morales, la opción idónea para aquellos a los que les importe la funcionalidad del baño por encima de cualquier otra cuestión porque, al contrario que los modelos de tipo abatible, no necesitan espacio libre para abrirse. No solo esto las convierte en una opción muy versátil, sino también el hecho de que se ajustan a casi todo tipo de platos de ducha. Las hay, por ejemplo, en forma de semicírculo para duchas esquineras. Además, las mamparas correderas cuentan en general con un sellado realmente eficiente. En todo caso, es fundamental fijarse en que cuenta con una guías y rodamientos de calidad. Por otro lado, son sencillas de mantener, ya que la perfilería, de acero inox o aluminio en su mayoría, se puede limpiar con agua y jabón o cualquier otro producto básico de limpieza del baño. Es importante mantener en buen estado las guías, limpiándolas habitualmente para que no se estropeen y puedan agrietarse y, eventualmente, romperse.

La ducha de este baño cuenta con una mampara fija

Mamparas fijas: una elección elegante y versátil

Si tienes espacio en el baño, elige una mampara de ducha fija. Para la experta se trata de una opción perfecta por su estética elegante y simple. Su instalación es sencilla, se ahorra espacio y decorativamente son muy versátiles. ¿Qué otro tipo de ventajas tiene la instalación de una mampara fija en el baño? Su vida útil es mayor porque no tienen bisagras, guías u otros elementos susceptibles de desgastarse. Como decimos, son perfectas cuando el baño es amplio. Si puedes acceder a él por ambos lados, lo transformará estéticamente por completo. Una mampara fija actualmente muy demandada es la que se conoce como walk-in porque cada vez más los baños se abren al dormitorio y este tipo de mampara de baño contribuyen a integrarlo mejor estéticamente. Se trata de un único panel que deja espacio para entrar y salir de la ducha cómodamente.