Las cortinas de ducha vuelven a estar de moda, son tendencia, son aquello que llamamos "clásicos reinventados", tu abuela lo sabía ya entonces y lo volverá a ver en tu vivienda ahora, así que siéntate que te presentaré la tendencia más húmeda del mercado, las cortinas para la ducha.
Cortinas de ducha para tu baño moderno
Reconozco que las cortinas de ducha no son lo mío, no me gusta esa sensación de que algo se te está pegando al cuerpo, pero existe un lugar en el que, sin duda, pondría cortina de ducha y que seguro que no te esperas.
Imagina un espacio exterior, con piscina, idílico pero pequeño, recogido, solo para ti y tu familia o solo para una parte muy VIP de los clientes de un hotel. Ahora piensa que tienes que cambiarte de bañador o que, simplemente, necesitas pasarte por agua antes de ponerte al sol para no destrozar tu bellísimo biquini nuevo. Miras hacia un lado y ahí está, una zona recogida con un saliente en la pared que hace un círculo metálico y, colgando de ese círculo, una preciosa cortina a rombos de color azul recogiendo la zona de ducha de la piscina.
En ese espacio sí que ves lo bien que queda la cortina de ducha de tu abuela, ¿cierto? Se ve como la mueve el viento despacio, no a lo loco, porque las cortinas de ducha de ahora ya no son como antaño, ahora, todas, tienen una caída controlada, pero con peso, para evitar precisamente lo que a mí tanta rabia me da, que se te peguen demasiado cuando abres el agua caliente y entras fría en el espacio.
Lino y algodón tiene la cortina de Zara Home de la foto superior, y es que las cortinas de toda la vida dejan de lado el plástico más puro para adaptarse a los gustos actuales con tejidos naturales y técnicos que nos facilitan la vida sin perder caída y romanticismo.
Y fíjate en un detalle, la mayoría de las veces que has visto una cortina de ducha, ¿dónde ha sido? Coronando una bañera.
El recurso de la mampara siempre se utilizó en duchas, pero la cortina era la reina de la bañera, dando intimidad a la zona y manteniendo la sensación de calor por más tiempo. Ese es el verdadero truco, que la cortina no sirve para ducharse, sino para tener una total y absoluta intimidad y abstraerte del exterior… cuando te bañas.
Y no, no tiene que estar relegada a las bañeras encastradas, sino que podemos trasvasarlo a las exentas, porque el punto más interesante y con lo que tienes que quedarte es con esas dos palabras: intimidad y calor, o mantenimiento del mismo.
¡Si es que te lo estoy vendiendo tan bien que al final me voy a convencer hasta a mí misma de incorporar esta tendencia en mi hogar! Antes de irme, de todas formas, voy a dejarte unos trucos para que decidas si esta tendencia es para ti, o, por el contrario, no lo es.
Cuando si y cuando no poner cortinas en el baño
Sí, siempre que…
- El espacio sea muy complicado para poner una mampara
- La ducha se utilice de forma esporádica
- Estemos en medio de una crisis económica familiar
- El baño sea el de cortesía, queramos meter un punto atractivo y en tendencia sin gastarnos demasiado
- Tengas piscina y/o quieras una ducha en el exterior
No, sí…
- Es nuestro baño del día a día
- Odias que algo se pegue a tus piernas
- Tienes personas con movilidad reducida en el hogar
- Quieres ampliar visualmente el espacio
Estoy convencida de que te vas a ir ahora mismo a mirar cortinas de ducha a tus marcas preferidas, pero, a Interiores y a mí personalmente, nos encantaría ver el resultado, puedes mandárnoslo a Instagram.