Olvídate por un momento de tu cama convencional y piensa más allá. Concretamente, lleva tu mente al Antiguo Oriente de donde viene uno de sus elementos decorativos más significativos para descansar. Hablamos de los tatamis y futones japoneses que han llegado a Occidente para quedarse a modo de elemento alternativo a las camas tradicionales de toda la vida. Una alternativa para estar en armonía con todo lo que significa, más allá de ser un mero mueble: una opción en línea con el espíritu zen de los nipones.
Precisamente, su diseño minimalista, unido a sus materiales naturales, su fabricación artesanal y sus colores neutros y claros ayudan a conferir ese remanso de paz, además de que transmiten calma y facilitan el descanso. Y es que, aunque no te lo creas hasta que pruebes a dormir en uno, los tatamis son de lo más cómodos y tienen numerosos beneficios para la salud de nuestro descanso el hecho de dormir sobre esa superficie firme.
Eso sí, nada tienen que ver los modelos actuales (más adaptados a nuestra cultura occidental) que los que los tatamis más tradicionales que constaban de un peculiar tapiz de tan solo 5 cm de grosor fabricado por unos módulos de paja de arroz prensada y recubiertos en su parte superior por una fina esterilla de junco. Un conjunto rematado con brocado o una sencilla banda de color oscuro.
En resumen, si lo tuyo es la decoración con aires asiáticos, te gusta todo lo que tiene que ver con la cultura del lejano Japón, concibes tu dormitorio como un espacio de paz y calma y además quieres probar cómo se siente uno al dormir en un futón sobre un tatami, echa un vistazo a estos modelos que hemos seleccionado para ti... y feliz descanso.