Vuelven las 7 tendencias retro que nuestras abuelas y abuelos pusieron de moda en sus casas

Las modas siempre han sido cíclicas, como esos recuerdos que resurgen cuando menos lo esperas, pero con una energía renovada y una frescura inesperada. Lo que antes se consideraba obsoleto o desfasado, hoy se reinventa con fuerza, mucho más sofisticado y ajustado a las exigencias actuales. Y es que lo retro no solo regresa, evoluciona, se fusiona con lo contemporáneo y se transforma en algo completamente renovado.

Lo que antes solo evocaba nostalgia, ahora se convierte en una declaración de estilo, una mezcla perfecta entre lo clásico y lo actual. Prueba de ello son los siete ejemplos que te mostramos a continuación.

7 tendencias del pasado que vuelven a estar de moda

Leer el artículo

Gustoso al tacto

Revalorizados por su textura y elegancia, los tapizados bouclé y de terciopelo vuelven a estar en el punto de mira del diseño interior. El bouclé, con su textura esponjosa y acogedora, añade calidez y carácter a cualquier ambiente, además de aportar un guiño moderno y sofisticado. Por su parte, el terciopelo, con su brillo sutil y suave tacto, sigue siendo sinónimo de elegancia clásica, pero ahora se reinterpreta en tonos atrevidos o formas más relajadas. Ambos tejidos invitan a redescubrir el placer de lo táctil, donde confort y estilo conviven en perfecta armonía.

Sentada acogedora

Los sillones orejeros han regresado con fuerza, trayendo consigo esa nostalgia de los momentos tranquilos en casa de los abuelos. Este mueble clásico, cuyas raíces se remontan al siglo XVI, destaca por su respaldo que se curva hacia los lados, creando una sensación envolvente y acogedora. Con sus características alas, no solo es perfecto para sumergirse en una buena lectura, permitiendo apoyar los brazos cómodamente mientras te recuestas en su suave acolchado; también funciona como un asiento adicional ideal para recibir a invitados cuando falta espacio en la mesa del comedor. Un toque de elegancia y confort que nunca pasa de moda.

Salón con palillería de madera y suelo hidráulico

Más allá de lo damero

Los azulejos hidráulicos, un vestigio del pasado que se actualiza con diseños y patrones que desafían lo clásico, rindiendo homenaje a lo mejor de la artesanía, han encontrado una nueva función en los tiempos modernos. En espacios diáfanos, como aquellos donde la cocina se fusiona con el salón comedor, se utilizan ahora como elementos zonificadores. Ya sea en su versión de cemento (de 2,5 cm y medidas estándar de 20 x 20 cm), gres porcelánico (resistente a las manchas y compatible con sistemas de calefacción por suelo radiante) o cerámica (más frágiles y, por tanto, más económicas), están más de moda que nunca.

Sinuosa línea

Los arcos, que dominaron las casas de los años 20, eran el toque estético por excelencia, una forma elegante de enmarcar el espacio y añadir carácter a cualquier habitación. Sin embargo, con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, este estilo se desvaneció rápidamente, dando paso a la arquitectura de posguerra, que priorizó la funcionalidad y las líneas rectas, con bordes cuadrados y formas más austeras. Afortunadamente, en la actualidad, los arcos están experimentando un renacer. Y no solo en puertas y ventanas: son visibles en detalles de diseño como espejos y hornacinas, y un recurso cada vez más recurrente para destacar y enmarcar las paredes de casa.

Paredes con savoir-faire

Nacida en Francia en el siglo XVI, la boiserie (un revestimiento decorativo que antaño cubría con elegancia las paredes de palacios y residencias aristocráticas) ha sabido adaptarse al paso del tiempo sin perder su esencia. Lo que antes era símbolo de lujo exclusivo, hoy se reinventa como un elemento de diseño accesible y sofisticado, capaz de transformar cualquier espacio. Ya sea en su versión clásica de madera o en materiales como yeso, cemento, mármol, cerámica, bambú o metal, cumple otras funciones que van más allá de lo estético: por ejemplo, disimula posibles imperfecciones en las paredes y mejora el aislamiento térmico y acústico.

Maximalismo medieval

Como respuesta a la gelidez de lo nórdico y a esa filosofía del “menos es más” que, en demasiados casos, carece de personalidad, cada vez hay más adeptos del llamado castlecore: un estilo que abraza el romanticismo y lo gótico a través de piezas que reinterpretan la iconografía medieval desde una óptica audaz y contemporánea. Desde la incorporación de hallazgos antiguos y vintage en el salón o lujosas telas de terciopelo en las cortinas, hasta la inclusión de tonalidades saturadas (verdes, azules y morados oscuros), lámparas de araña o camas con dosel. Las opciones son de lo más variadas.

Papel principal

Los papeles pintados han vuelto con más fuerza que nunca, y no solamente porque presentan motivos que parecen sacados de una obra de arte, ilustraciones preciosistas inspiradas en la naturaleza o psicodélicas geometrías que el director artístico británico John Barry no habría dudado en emplear en la adaptación a la gran pantalla de La naranja mecánica. Los también conocidos como wallpapers han renovado su popularidad gracias a una enorme mejora en su practicidad, gracias a la implementación de materiales duraderos y de alto rendimiento que resisten rayones, manchas, el desgaste e, incluso, la humedad. Sobre todo, se llevan en formato XXL o de estilo panorámico.