Tendencias en piscinas 2025: las claves del arquitecto Jaime Salvá

1. Menos es más: menor profundidad y diseños más integrados

"Una de las tendencias más claras es la reducción de la profundidad de las piscinas. No tanto por una cuestión económica, sino por un enfoque más consciente del uso del agua, el mantenimiento y el impacto en el entorno", explica Salvá. Los diseños buscan una mayor armonía con el paisaje, integrándose de manera más orgánica en la arquitectura y las vistas.

2. Líneas rectas, formas limpias y estética minimalista

El minimalismo sigue siendo protagonista. "Las formas rectangulares o con geometrías puras, casi escultóricas, aportan elegancia y atemporalidad", señala Salvá. La piscina ya no es solo un elemento funcional, sino una pieza arquitectónica que refleja el cielo, la vegetación o la vivienda misma, estableciendo un diálogo estético con su entorno.

3. Materiales y tonalidades: integración, continuidad y naturalidad

El gresite sigue siendo el material estrella por su versatilidad y adaptación a distintas formas geométricas. Sin embargo, el arquitecto destaca que "también se emplean con frecuencia porcelánicos de distintos formatos, especialmente cuando se busca dar continuidad visual al pavimento de la planta baja, extendiendo el mismo material desde el interior hacia las zonas exteriores".

En cuanto a los colores, el verde Bali sigue en auge, ya que "se integra muy bien con la vegetación del entorno y crea un contraste elegante con los tonos grises de los pavimentos exteriores". También se utilizan tonalidades arena, azul suave o gris claro, siempre en sintonía con la naturaleza.

4. Escaleras integradas y playas sumergidas

Las escaleras de obra amplias y poco profundas se imponen en los nuevos diseños, permitiendo un acceso cómodo y estilizado al agua. Además, crece la tendencia de incluir "playas sumergidas": zonas de agua poco profunda donde pueden colocarse tumbonas o donde los niños pueden jugar. "Son espacios que invitan a estar, no solo a nadar", apunta Salvá.

5. Tumbonas flotantes y mobiliario diseñado a medida

El mobiliario exterior se diseña en perfecta sintonía con la piscina. "Se tiende a integrar tumbonas dentro del diseño del vaso, o plataformas de madera y piedra que fluyen hacia el entorno", comenta el arquitecto. Los tejidos técnicos en colores neutros y los acabados sobrios aportan un aire sofisticado sin restar protagonismo al agua.

6. Tecnología discreta al servicio del confort

La innovación también juega un papel clave en las piscinas de 2025. "Los sistemas de climatización, iluminación led, control domótico y depuración eficiente forman parte de las piscinas de nueva generación", explica Salvá. No obstante, advierte que "la climatización en piscinas exteriores suele implicar un gasto energético muy elevado y, en la mayoría de los casos, requiere incorporar una cubierta móvil", lo que puede afectar a la estética del proyecto.

En cuanto a la iluminación, la tecnología led ofrece nuevas posibilidades de personalización: "Permite crear escenas con cambios de tonalidad, adaptando el ambiente según el momento del día o la actividad".

7. Piscinas espejo y bordes infinitos: la experiencia visual

Las piscinas espejo y las de borde infinito siguen siendo una apuesta segura para quienes buscan maximizar las vistas. "En Mallorca, donde las vistas suelen ser un activo clave, estas soluciones permiten crear una continuidad visual con el paisaje", afirma el arquitecto. "Es una de las decisiones más potentes a nivel emocional. Ver cómo el agua se funde con el mar o con la sierra de Tramuntana no tiene precio".