Querían una casa cómoda para vivir con sus hijos; un hogar alegre, vital, pero sobre todo funcional, en el que sus obras de arte tuvieran protagonismo y en el que recibir fuera todo un placer. Y dieron con él: una magnífica vivienda con bellos espacios exteriores en el corazón del madrileño distrito de Chamberí.

“No estaba en buen estado y tuvimos que reformarla por completo para adaptarla a las necesidades de sus nuevos propietarios”, cuenta la interiorista Inés Benavides, autora de la rehabilitación e interiorismo de la casa. Y sigue: “Nos gustó la posibilidad de la doble altura e idear una mezzanine (piso intermedio entre los pisos principales) que no existía en ese momento".

"También la estructura del techo con vigas, que parecen costillas y aportan mucho carácter al dúplex; aunque, a la hora de afrontar el proyecto, nos encontramos con un gran reto, el de diseñar y construir la escalera, ya que tenía que ocupar muy poco espacio para no robar demasiada superficie al salón y, además, queríamos que fuera especial y tuviera un diseño único. Tanto su creación como la realización fue muy complicada”.

 

 

 

Con la estructura perfectamente definida, llegó el momento de poner en marcha el trabajo de interiorismo e Inés apostó por “mezclar clásicos del diseño y notas nórdicas, arte contemporáneo y piezas de época, todo para diseñar una vivienda actual, ecléctica y cosmopolita, un espacio moderno pero siempre cálido”, asegura la interiorista y diseñadora.

Se decantó por una zona de día amplia, abierta y diáfana, y una de noche más íntima y recogida. En ambos casos, aplicó tonos cálidos sobre una base neutra, puntos de color, y mezclas de texturas para llegar a un buen equilibrio. “Básicamente, buscamos contrastes deliberados entre texturas y épocas y los emparejamos de forma armoniosa creando efectos poderosos aunque sin estridencias”, concluye Inés.

El resultado final es un hogar con mucha personalidad, donde todos tienen su espacio y en el que la mezzanine ha logrado generar una superficie extra para el disfrute de los pequeños de la casa. Sin duda, es una vivienda para vivir y recibir en armonía.