Se percibe el toque masculino. Y el buen gusto. Y qué decir del enfoque arquitectónico. Todo ello define al joven creativo que vive en este piso de casi 120 metros cuadrados y cuyo proyecto puso en manos de la arquitecta e interiorista Inga Kordya... por segunda vez. Esto significa que, ya conocidos, el ambiente de confianza que se desarrolló durante las obras estaba garantizado.
La petición se centraba en crear espacios funcionales, atemporales y acogedores con perspectiva de futuro en una estudiada distribución dividida en zonas comunes y privadas. En conjunto, y desde el punto de vista del diseño, "la composición espacial resulta bella y funcional", comenta Inga Kordya.
Una puerta corredera es la que une ambas zonas permitiendo, a su vez, que la luz del atardecer que entra por el salón y la cocina se cuele hasta el vestíbulo. Y es que, este espacio social diáfano presume de unas increíbles vistas panorámicas de la ciudad con orientación oeste. El ambiente del salón, frente al televisor, cuenta con un rincón de lectura junto al ventanal, destacando diferentes guiños a detalles gráficos que hace que se mantenga el ritmo de todo el espacio.
Al otro lado de este espacio se ubica la cocina abierta con una barra que también disfruta del escaparate visual urbano. La mesa de comedor, de entrada, de reducidas dimensiones, puede extenderse hasta doblar su capacidad cuando hay invitados en casa. Por su parte, la cuidada iluminación, decorativa y técnica, al caer la noche proporciona un escenario suave y acogedor.
Un amplio vestíbulo hace de eje vertebrador de las diferentes estancias más privadas, destacando el dormitorio principal decorado en tonos grises muy masculinos y elegantes. Como detalle a destacar, los apliques giratorios sobre la cama que aportan diferentes posibilidades de iluminación ambiental. El baño combina los tonos grises y claros de los revestimientos con el detalle dorado de los apliques y la grifería, y el toque negro más gráfico del marco del espejo para resaltar la delicadeza de las líneas.
En cada proyecto, mi tarea es comprender, ver y sentir la personalidad del cliente
- Inga Kordya, arquitecta e interiorista