A la interiorista Silvia Trigueros le vinieron a buscar los nuevos propietarios de esta vivienda madrileña del barrio de Salamanca "porque les habían hablado de nuestra capacidad de sacar partido a un piso con pocos metros y no lo dudaron", explica ella misma. El plan de necesidades del cliente era muy concreto y aunque no fue fácil encajarlo en 100 metros cuadrados,"estos retos son los que a mí me fascinan", reconoce.

Dicho y hecho, se puso manos a la obra y nada más entrar ya tuvo claro que debía llevarse a cabo una demolición total. El piso, de los años 40, necesitaba una renovación completa de todas las instalaciones, ya que no se podía aprovechar nada de lo existente y, además, requería un planteamiento nuevo de los espacios.

En los dos dormitorios, siguiendo el hilo conductor cromático del proyecto de interiorismo, predominan los tonos atemporales y cálidos.

En los dos dormitorios, siguiendo el hilo conductor cromático del proyecto de interiorismo, predominan los tonos atemporales y cálidos.

Foto: Amador Toril Estudio: Silvia Trigueros Estilismo: Cristina R. Goitia

A decir verdad, sí se salvó un elemento estructural de origen. "Un maravilloso pilar de hierro roblonado en el salón que, por supuesto, hemos dejado a la vista en el proyecto", explica Trigueros. Precisamente está en el espacio social de la casa, el que los propietarios pedían que fuera amplio para disfrutar con los amigos cuando vienen a Madrid, ya que se trata de la segunda residencia de un matrimonio que vive fuera de España.

La distribución debía acoger un amplio salón con cocina integrada, un aseo de cortesía, un lavadero independiente y dos habitaciones en suite (una para invitados). Las ventanas de ambos dormitorios dan a grandes patios de luz, de manera que la luminosidad la tienen garantizada, y cuando llega la noche, al igual que en el resto de estancias, la iluminación artificial transforma los diferentes ambientes.

"El plan de necesidades del cliente era concreto y exigente. No fue fácil encajarlo en 100 m², pero estos retos son los que a mí me fascinan y por los que también los clientes me buscan" _ Silvia Trigueros

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entrada recibidor con consola y detalles negros

Escultura, de Maite Carranza.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Un estilo contemporáneo de corte clásico y sofisticado

El estilo que los propietarios buscaban para su vivienda es contemporáneo, con personalidad, pero con un toque de sofisticación, características que saltan a la vista desde la misma entrada.

Con estas ideas iniciales se decidió apostar por un contenedor de corte clásico, utilizando molduras en paredes y techos, de corte más geométrico, combinadas con paneles 3D, zócalos altos y tarima natural.

salon con chimenea y obra de arte

Mueble chimenea, de Ebanistería Montesinos. Butaca, de Maries Corner. Escultura blanca, de Maite Carranza. Cuadro, de Luis Miguel Rico, en Garna Gallery. Jarrón y arreglo floral, de Sakura Atelier.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Salón con chimenea y obras de arte

El salón está presidido por un mueble hecho a medida que incluye la chimenea y sobre el que se ha colocado un gran cuadro que genera un contraste cromático muy elegante, en unos tonos que tienen su continuidad en los textiles del sofá. Las piezas de arte moderno, son una constante en todas las estancias.

sofá curvo cojines mostaza

Cojines estampado hojas y liso ocre, de Lizzo. Sofá, de Franco Ferri. Mesa centro, de Kendo Mobiliario. Alfombra, de Kaymanta. Atrezzo mesa, de Zara Home.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Contraste de materiales, formas y elementos en el salón

En el salón, claramente se visualiza la apuesta del contraste entre el mobiliario contemporáneo, con los tejidos naturales tan de tendencia, las líneas curvas, los detalles en negro y todo en perfecto equilibrio, buscando un espacio sereno pero de gran personalidad.

El pilar de hierro roblonado descubierto tras la demolición, acapara todas las miradas, convirtiéndose en un elemento de origen muy apreciado, tanto estéticamente como por su valor histórico.

comedor en gris y negro mesa redonda acanalada

Mesa, de Dome Deco. Sillas, de SF Collection. Plantas, de Blaine Box. Figuras cerámica sobre la mesa, de La Navá. Iluminación técnica, de Weber & Ducre.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

La fuerza de la iluminación

El salón, que comparte espacio con el comedor y la cocina abierta, tiene mucha luz natural, gracias a su orientación a sur, pero al caer la noche la selección de luminarias decorativas y técnicas propician una fuerza de luces y sombras que hace que la casa cambie por completo, también en otras estancias.

AT 9343b

Cocina, de BC3 Cocinas. Atrezzo, de Zara Home. Taburetes, de SF Collection. Suelo porcelánico, de Saloni. Cuadro, de Maite Arregi. Jarrones cerámicos, de La Navá.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Suelo diferente para delimitar la cocina abierta

El detalle de delimitar la zona de la cocina con un pavimento diferente y, como en este proyecto, con una línea curva para dibujar la esquina, consigue no solo que gane más relevancia visual, sino también que ese salto de suelo resulte más delicado.

A escasos centímetros, además, se encuentra el sofá de líneas curvas y de tono parecido al porcelánico, por lo que la integración estética es todo un acierto.

Aseo de cortesía con papel color bronce estampado

Grifería, de GRB. Arreglo floral, de Sakura Atelier. Complementos, de Zara Home. Papel, de Arte Walls. Mueble, de Ad Bath.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Un aseo de cortesía de gran distinción

El llamativo papel del aseo de cortesía juega con las mismas tonalidades tierra que predominan en la casa, donde, además, muchos de los muebles han sido diseñados por el propio estudio.

También se han incluido en el proyecto otras piezas de distinta procedencia, como España, Portugal, Bélgica e Italia, como resultado de las ferias internacionales que visita Silvia Tigueros. 

cama cojines terracota

Cojines beige y rayas doradas, de Pepe Peñalver. Plaid, de Lizzo. Cuadro, de Marina Arregi. Arreglo floral, de Sakura Atelier. Velas, de Cerabella.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Textiles de distintas sensaciones en el dormitorio

Los textiles tienen mucho protagonismo en todos los proyectos de Silvia Trigueros, donde las texturas ayudan también a transmitir distintas sensaciones en los diferentes espacios de la casa, con especial incidencia en los dormitorios. La opción del terciopelo en las camas resulta muy suave y cálida, sobre todo en los meses más fríos.

baño con doble lavabo y mueble de madera con patas

Mueble, de Codis Bath. Grifería, de GRB. Porcelánico, de Saloni. Toallas, de Zara Home. Vela, de Cerabella. Jarrón cerámico, de La Navá.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Un mueble de baño con mucha fuerza visual

Cada dormitorio cuenta con su propio baño en suite y, en este caso, el color elegido para la madera del mueble del lavabo, sobre una estructura de pies, es el mismo que el que predomina en todo el proyecto de interiorismo. De ahí que aporte mucha fuerza visual en el espacio, frente al resto de elementos y accesorios de acabados más neutros.

dormitorio dos camas textiles colores tierra

Cojines, de Pepe Peñalver. Plaid, de Lizzo. Portavelas cerámico, de La Navá. Mesilla de noche, de Mobenia.

Estudio: Silvia Trigueros Foto: Amador Toril Estilismo: Cristina R. Goitia

Una gama cromática muy cuidada en toda la casa

La paleta de color utilizada en todo el proyecto busca el confort y el descanso al llegar a casa, haciendo que el espacio resulte atemporal. La interiorista ha jugado con una paleta que va desde los blancos cálidos a los tonos piedra, y con pinceladas que vienen dadas por los colores de tendencia, los verdes grisáceos y una gama de tonos tierra.