¿Quién le iba a decir a este piso, ubicado en un edificio de finales de 1800, que tendría las posibilidades que ha mostrado tras esta reforma integral? Claro que el mérito hay que asignarlo al proyecto realizado por GMT Architecture & Design. Por que la vivienda tenía una distribución muy compleja y casi en su estado original, lo que significaba espacios muy compartimentados, multitud de pasillos sin luz y un muro de carga paralelo a la fachada que limitaba bastante.
La demolición completa garantizaba acabar con todos los 'peros', ¡incluso el muro de carga! Se solucionó creando un mini-distribuidor para colocar un armario de servicio y un acceso al despacho, abriendo los huecos verticalmente para comunicar visualmente la zona abierta de día con la entrada. De esta manera también se respondía al deseo de los propietarios de que la luz natural llegara al máximo de espacios.
El piso se encuentra en el barrio madrileño de Malasaña, apenas tiene 100 metros cuadrados y se presenta tras la reforma con dos dormitorios, dos baños, mucho almacenamiento y espacios comunes conectados de salón, comedor y cocina. Esta zona social presume de tres balcones a su fachada centenaria de ladrillo, un deseo que, en la búsqueda de la vivienda, solicitaban los propietarios en cuanto a tener la mayor parte de las estancias con acceso exterior.
Con la reforma se renuevan todas las instalaciones, se redistribuyen los espacios y se intenta buscar una uniformidad estética y material en todos los espacios para huir de la sensación de compartimentación. De ahí la instalación de un suelo continuo de madera natural en toda la vivienda (salvo en los baños) y el uso de mortero con acabado texturizado y diferentes tonos para transmitir un ambiente acogedor.
Para nosotros era muy importante la armonía formal y material de este espacio, por lo que se ha apostado por tonos similares en mobiliario, cocina, iluminación y decoración - GMT Architecture & Design