Un piso de 1966 que no se había intervenido nunca es lo que se encontró el equipo del Estudio Unseisyuncuatro Arquitectos, convirtiéndose en lo más parecido a un lienzo en blanco si hablamos de la reforma que requería. En cualquier caso, a priori, la distribución original ya les encaja bastante bien a los propietarios, aunque había cierta desproporción entre la cocina y el salón que debía resolverse.
Por otro lado, las dos terrazas que tiene el piso se habían cerrado. Una se había integrado en la cocina y la otra, junto al salón, se utilizaba de trastero, y se decidió que la terraza principal se recuperaría. A esta propuesta inicial para empezar la reforma se sumaron las peticiones de aumentar el espacio de almacenaje y lograr conectar la cocina y el salón.

Todo el mobiliario de la cocina es de Tito Cocinas.
Foto: ©Carla Capdevila
Todo el espacio de almacenaje desarrollado en el proyecto buscaba pesar visualmente lo menos posible, y para ello se utilizaron puertas lacadas del mismo color que las paredes combinadas con la apertura de huecos de roble situados estratégicamente.
El Estudio Unseisyuncuatro Arquitectos lo conforman Ana Cabellos, Víctor Gutiérrez y Teresa Moreno.