Todo tiene su sentido y su significado en este proyecto de interiores donde se juega con un equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética con un estilo colorido, personal y atemporal. Solo hay que ver la decoración, elegida con detalle, de esta casa con personalidad para una familia formada por el matrimonio y su hija pequeña en la ciudad de Brasilia.

Hersen Mendes Arquitetura ha sido el estudio encargado de dar forma a un hogar de 128 metros cuadrados (a través de la decoración) que se centra principalmente en fomentar la unión familiar y atesorar los recuerdos familiares por medio de espacios que actúan como zonas de transición y materiales modulares versátiles que se pueden reutilizar en el futuro. 

Anastácia Hersen y Matheus Mendes, los dos arquitectos que forman parte del estudio, son profesionales de renombre reconocidos tanto en Brasil como a nivel internacional con carreras consolidadas en arquitectura, planificación y diseño. Ellos son los responsables de dar vida a proyectos donde destaca sobremanera la calidad tanto estética como funcional, mientras mantienen el compromiso con prácticas sostenibles e ideas innovadoras dentro de parámetros de lo más contemporáneos. 

El apartamento que resalta los recuerdos y la unión familiar 

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salón verde en madera y

Cierto aire retro

Gabriel Robin

Funcionalidad y estética sin miedo al color

El salón principal de la casa hace suya la paleta cromática alegre, pero sin estridencias, tanto para los colores de algunas de las piezas de mobiliario como para una de las paredes. Madera, blanco, amarillo y verde es el cuarteto ganador de una estancia amplia y funcional para toda la familia y que despierta los sentidos con buenas dosis de vitalidad. Una distribución creada, además, para optimizar la luz y el tránsito hacia el resto de estancias de la casa.

En este salón se han dispuesto a distintas alturas varios módulos de carpintería a medida que destacan por ser funcionales: hacen las veces de estanterías, buffet para comida, aparador y zona de almacenaje infantil en la parte inferior.

salón con amplios ventanales

Sorprendentemente un acierto

Gabriel Robin

Azulejos en el salón

La sorpresa que guarda este salón familiar está en una de las paredes del espacio, que adquiere una identidad única y de lo más personal con estos azulejos. Un revestimiento artesanal producido especialmente en Brasilia para este apartamento y que da a la estancia un carácter distintivo junto a la zona del comedor presidida por una mesa antigua de madera de ipê lacada en blanco (reliquia familiar) y unas originales sillas de estructura metálica y fibras. 

Todo está pensado para generar bienestar en una estancia donde se nota un origen más clásico que, sin embargo, se ha sabido modernizar hacia una vista limpia, simplificada y en armonía

zona del salón con azulejos

Funcionalidad y versatilidad de espacios

Gabriel Robin

Recibidor, salón y comedor: todo en uno

En esta otra imagen se ve con más claridad esta pared (no ocupa todo el muro) de azulejos con motivos geométricos que no siguen un orden ni un patrón repetitivo. Es la parte de la casa donde se encuentra la puerta de entrada a la vivienda; un recibidor integrado dentro del salón y donde solo se adivina un detalle de su esencia: el zapatero a modo de banco junto al sofá. 

sala de estar terracota con librería

Una estancia funcional y cómoda para todos

Gabriel Robin

Recibiendo a amigos y familiares

El anterior salón no es que fuera excesivamente clásico o formal ni en su diseño, ni en su distribución o elección del mobiliario. Sin embargo, la pareja de propietarios quiso dar forma a otro espacio adicional que fuese más para el día a día tanto de la familia como de las visitas. 

Un espacio, como esta sala de estar, que se integra en el resto de la vivienda (tanto en el interiorismo como en su practicidad) consigue satisfacer el deseo de los dueños de recibir invitados. Se trata de una estancia muy cómoda con paredes en color terracota; unas clásicas, sencillas y funcionales estanterías en blanco a modo de biblioteca y hasta un pequeño rincón de lectura con una butaca de diseño, la conocida silla Eames Lounge. Una habitación preparada para ser vivida y disfrutada. 

habitación infantil en amarillo

El rincón más especial de la casa

Gabriel Robin

Espacio para jugar

En el cuarto de la pequeña de la casa se replica el elemento decorativo de lo más personal que nos resulta familiar. Una de las paredes (no toda al completo) se ha revestido de los mismos azulejos del recibidor; en este caso con tonos azulados para que vayan de la mano de elementos decorativos como la guirnalda y los cuadros, así como el textil de su cama de estilo Montessori. No solo es un detalle decorativo que añade personalidad a su cuarto, sino que es práctico para evitar "pintadas" en la pared. 

Además del azul más delicado, esta estancia se viste de amarillo en la otra pared, así como de blanco para muebles funcionales que además otorgan luz y claridad a toda la habitación. 

cocina pequeña con sillas amarillas

Una forma sencilla y funcional de actualizar un clásico

Gabriel Robin

Sendas chispas coloridas

La antigua cocina (como se puede apreciar en los fuegos, en la encimera de granito más propia de décadas pasadas y en el clásico revestimiento de suelo y paredes) se ha sabido actualizar con un toque de desenfado. El que tienen, sobre todo, las sillas de madera pintadas en un llamativo amarillo y que acompañan a una pequeña barra auxiliar.

Sobre ella, se suple el espacio de almacenaje con una sencilla estantería de madera de huecos perfectos para dejar todo lo imprescindible para el desayuno. 

cuadros y láminas en una de las paredes

Arte y nostalgia para las paredes

Gabriel Robin

Espacio para los recuerdos

Los elementos personales y que ya pertenecían a la familia se alían con el resto del proyecto de interiorismo hasta formar parte del mismo. Una colección personal en forma de recuerdos, obras de arte, piezas especiales con un gran valor sentimental y simbólico y mobiliario familiar que hacen suyo este trabajo de interiorismo para otorgarle más personalidad si cabe.