El color blanco siempre es un acierto y un recurso perfecto si queremos que una estancia de casa gane en calidez, luminosidad y aire acogedor. Sin embargo, si abusamos de él (por ejemplo una pared desnuda todo en blanco) corremos el riesgo de que pierda precisamente lo que buscamos y se vuelva un espacio un tanto frío o anodino sin esencia propia.
Por ello te damos estas ideas para que puedas hacerte una idea de cómo lograr un dormitorio (efecto blanco sí) de lo más acogedor y luminoso pero sin tener que recurrir a lo de siempre de las paredes totalmente blancas. Unas recomendaciones que se unen a estas otras que te damos (bonus track) para lograr ese deseado efecto en tu refugio más íntimo.
Cómo lograr un espacio acogedor y con mucha luz
Además de estos trucos decorativos que te vamos a dar para la pared principal de tu dormitorio, no está de más que eches mano también de estos otros tips para multiplicar la iluminación de la estancia:
- Para que no se vea muy desangelado el dormitorio coloca algunos complementos en madera y en fibras naturales. Y si vas a colocar un mueble, que no rompa con esa luz y que tenga algo de especial para seguir con el conjunto armónico.
- En el caso de los textiles de ese dormitorio opta mejor por tejidos naturales, de tonos cálidos, texturas o con aire rústico. Para las cortinas de esa habitación, telas ligeras con un tono sutil.
- Puedes poner algunas notas de color... pero sin pasarte.
- Y si no te queda más remedio que recurrir a la luz artificial en algún punto, escoge unas bombillas de cálida y para rincones puntuales.