Son uniformes y lisas, pero nada tienen de aburridas o monótonas. Al contrario de lo que se suele pensar, una pared blanca puede tener un gran protagonismo decorativo. Y hoy vamos a hablar de un caso concreto donde la fachada, las vistas y los complementos decorativos necesitan una pared sin adornos y en tonos claros. 

Antes de entrar en detalles y precisiones, contextualizamos un poco la terraza de la cual vamos a hablar. Nos situamos en Ibiza, en una antigua casa de payés rehabilitada y decorada por la interiorista Maria Odena, fundadora del estudio homónimo MARIAodena Studio. El objetivo fue diseñar, en palabras de la interiorista, “un refugio blanco que se mimetiza con el campo ibicenco y respirara esa esencia que tanto caracteriza a la isla”. ¿Cómo lo consiguió? Con muebles de obra diseñados a medida, mucha luz natural, y materiales y colores inspirados en el paisaje de la isla: muros blancos y piedra natural.

Y precisamente es la esencia minimalista y natural de Ibiza la que nos confirma que es mejor dejar desnudas las paredes del exterior. Por un lado, el principal motivo es la búsqueda del minimalismo - algo alineado con el mantra hippie de ‘menos es más’ - y por el otro, la necesidad de conectar con la naturaleza y el paisaje, dejando atrás distracciones. 

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Foto: Mercè Gost Interiorismo: MariaODENA Studio

 

LA DECORACIÓN PIDE PAREDES BLANCAS

La terraza, que recorre todo el perímetro de la casa, acoge zona de comedor y de salón, ambas decoradas con muebles y accesorios de madera de estilo natural. Así pues, entre la calidez del mobiliario y el color del paisaje, las paredes de la terraza debían ser blancas, para aligerar y refrescar el ambiente. 

Además, cuando nos encontramos con casas con jardines llenos de vegetación o con vistas a paisajes naturales, es mejor dejar que estos entren a formar parte de la decoración, dándoles el papel principal que merecen. Y para hacerlo es necesario dejar las paredes y estructuras lo más sencillas posibles. De lo contrario, desviaríamos la atención y crearíamos  caos visual con tanto elemento.

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ARCOS: UNA PARED INTERESANTE POR SU FORMA

Como dice la tendencia viral de Tik Tok - refiriéndose a looks de moda, pero que nosotros aplicamos a la decoración - : ‘si no es interesante por su color, lo debe ser por su forma y sino por su textura’. En este caso, está claro, la pared blanca de esta terraza es interesante por su forma, en concreto por los grandes arcos que enmarcan el bonito paisaje.

Y es que cuando nos encontramos con estructuras o elementos arquitectónicos llenos de personalidad - como pueden ser vigas, molduras o arcos - es mejor dejarlos en su estado más puro, sin ornamentaciones extra que eclipsen su belleza e interesante forma. 

En definitiva, NO decorar las paredes de la terraza suele ser una muy buena opción si estás ante alguno de estos tres casos: diseños originales o con carácter, paisajes de ensueño o mucho mobiliario y decoración.