Privacidad ante las miradas más indiscretas y protección del hogar desde las ventanas. Estos fueron los dos cometidos que durante décadas tuvieron las clásicas cortinas de toda la vida en los salones y habitaciones de las casas. Una misión funcional a la que poco a poco se iba sumando el interiorismo hasta hacer de estos textiles puntos fuertes de la decoración de un ambiente.
Esa misma evolución natural y de estilo ha ido dejando paso a otras alternativas más atemporales, ligeras, actuales y modernas. Es el caso de los visillos, que vuelven a ocupar un puesto importante en el protagonismo decorativo de los salones más propios del año actual. Tejidos más livianos y delicados que permiten una entrada más gradual de la luz del exterior, al tiempo que visten de elegancia y calidez el espacio elegido para presumir de ellos; sobre todo cuando se trata de salones más bien modernos.
Los visillos: la alternativa decorativa y funcional para salones modernos