Una terraza que toca el cielo de Valencia se convierte en una belleza mediterránea y acogedora que provoca emociones

Virtual Lab, es el estudio de arquitectura y de diseño de interiores afincado en Valencia que consigue agregar calidez y sensibilidad a todo lo que toca. David Puerta y María Daroz, los diseñadores, caminan hacia un objetivo común: emocionar. Y lo han conseguido en su último proyecto, la reforma de una terraza en un ático valenciano.

Se encontraron con una terraza anodina de 50 m² y la han convertido en un espacio idílico de estilo mediterráneo que no solo entra por los ojos, también por el olfato, ya que han querido homenajear a la tradición agrícola valenciana, añadiendo un claro protagonista: un limonero, junto a otras plantas aromáticas, además de otros elementos clave como los bancales y los canteros de tierra. Veamos (y sintamos) el resultado de este cautivador proyecto.

Toda la esencia del campo y las tierras valencianas

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Una calidez arropadora

Esta propuesta reinventa los antiguos huertos vecinales de autoconsumo y huertas ecológicas que pueden verde desde la terraza, situada en la décima planta de un rascacielos de nueva construcción.

Para ello han creado bancales de diversas alturas y canteros adosados a las paredes que permiten el cultivo de diferentes plantas frutales y aromáticas y, a la vez, consiguen añadir una sensación de dinamismo y amplitud en el espacio.

¿Cómo es la distribución del espacio?

Esta terraza se divide en dos espacios: la primera zona, dedicada a la cocina y el comedor interior. En ella se integra una cocina exterior con barra y taburetes. En la segunda zona, se recoge la zona de comedor y living, el lugar que invita a la calma y a la relajación.

La meticulosa decoración

El mobiliario de la zona del living ha sido diseñado por el equipo del Estudio para maximizar así la comodidad y reducir su mantenimiento.

Los bancos y las mesas han sido construidos siguiendo el mismo sistema de los bancales, creando un mismo lenguaje y una sensación de unidad. A estos muebles se les ha añadido unas colchonetas y respaldos que aportan calidez.

Las tonalidades arena, los grises y los verdes apagados han sido las elegidas para crear un juego visual dinámico y atractivo.

Toda su belleza natural

Y este es el comedor. Se encuentra bajo un cenador vegetal y colonizado por una mesa redonda en color blanco con base de hormigón. Las sillas combinan la varilla blanca con la cuerda trenzada de color natural, siguiendo la selección cromática del huerto.

Jugando con luces

Esta terraza escasea de luz natural a causa de su orientación. Sin embargo, desde Viruta Lab han sabido iluminarla con luz artificial cuidadosamente diseñada que aporta dramatismo y potencia cada detalle del espacio. Así, se ha iluminado el limonero, para intensificar su protagonismo. También se ha incluido iluminación funcional a la cocina y a la barra con spots mecanizados y con la lámpara Cesta de Miquel Milá, que aporta el toque icónico al ambiente.