En pleno centro de la capital castellano-manchega, se encuentra un rincón único. Se trata del hotel-destino Áurea Toledo, ubicado en el casco histórico de la ciudad, y que destaca por tener una fachada con mucha historia en un entorno declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Además, su mayor secreto se encuentra en el interior, en el que el diseño y la distribución unen la elegancia del pasado con los detalles del presente. 

La estancia en Áurea-Toledo, de Áurea Hotels, es una experiencia única. El estilo de su decoración es un ejemplo de cómo la arquitectura moderna se mezcla con el arte y la historia. La magia de este edificio es que se ha renovado conservando su esencia original, como es el mantenimiento de algunos elementos como los frescos y las yeserías. 

Más que un hotel

"El Áurea Toledo es más que un hotel, es un museo vivo que nos brinda una lección de historia y arquitectura", nos dicen desde el establecimiento. Los interiores están marcados por una organización de estilo laberinto, en el que fusionan las obras artísticas antiguas con la estética moderna.