Un verano en Petunia Ibiza es rendirse al imaginario del verano perfecto. Es el viento del suroeste enredándote el pelo en la cara; el sol pellizcándote el brazo mientras rebañas un arroz seco ''a la llauna'' y terminas una copa de vino; es dormir en una enorme cama rodeada de artesanía local ibicenca; despertarte y que al moverse las cortinas de tu terraza privada asome la mejor vista de Es Védra de toda la isla. Petunia Ibiza es muchas cosas y la mejor de ellas es que es la definición más fiel de «vida mediterránea» que vas a encontrar.
El hotel propiedad del grupo Beaumier -y liderado por Eric Dardé- ha vuelto a nacer más estiloso, artesano e hipnotizante que nunca gracias a la fase final de la renovación en la que estaba inmerso. Ubicado en lo alto de un acantilado con imponentes vistas a Es Vedrà y cerca de Cala Carbó, Petunia Ibiza no solo ha incorporado nuevas suites, un gimnasio y varios restaurantes, sino que ha dejado atrás su etiqueta ''adults only'' y se ha transformado en un destino estupendo para familias, acogiendo a huéspedes de todas las edades en una atmósfera que encapsula como pocos lo hacen el auténtico estilo de vida balear.
Un diseño haute boho con un punch de los 70
El rediseño de Petunia se ha cocinado en el neoyorkino Studio Galeón, donde Lula Galeano ha orquestado cada material, color y detalle. Un espacio formado por 11 habitaciones y 32 suites, muchas de ellas con terrazas y balcones privados en los que sentarte a tomar el sol con la más pura tranquilidad y desconectar -aunque solo sea un poquito- del ruido. Dentro, un interiorismo inspirado en los años 70, la década que marcó el boom más fuerte de Ibiza y donde la vida bohemia y artística vibraron al son de su maravilloso entorno natural, su mejor espectador. Hay que sumarle esos toques pop y una vibrante selección de colores, donde conviven en la misma habitación un sillón Percival Lafer o los sofás Anfibio de Alessandro Becchi con una maravillosa silla de rattan de Lio Carminati & Gio Ponti, aportando ese toque retro y sofisticado a una atmósfera ya de por sí envolvente. Un proyecto que, explica Darde, 'imaginábamos muy cerca de la creación, la artesanía y la felicidad, al mismo tiempo que invita a disfrutar de un entorno natural exepcional'. No faltan piezas como las sillas de Tito Agnoli o las Toscanolla, los azulejos Roger Capron o los espejos de palma de Vivai del Sud.
Saludo a Es Védra: la mejor postura de yoga en su idílico jardín
El diseño del jardín de Petunia está en su fase inicial y sabemos que su vegetación pronto se convertirá en un frondoso, idílico y autóctono espacio lleno de plantas y flores originarias de la isla, aportando todavía más color, frescor y conexión con la naturaleza. Se convierte así el hotel en un spot ideal para descansar, pero también para vivir experiencias al aire libre que te conectan con el entorno de una forma única. Es el caso de sus sesiones de yoga o pilates con vistas a Es Védra, además de la posibilidad de coger bicicleta, remo, kayak o barco para explorar la reserva natural del icónico islote.
Una propuesta gastro que coge fuerza
Bajo la dirección del chef Baltasar Rigo, Petunia Ibiza estrena hasta cinco nuevos conceptos gastronómicos donde los alimentos frescos y de km 0 son absolutos protagonistas. Un viaje delicioso que empieza nada más despertarnos con un buen desayuno en la Mesa d'Es Vedrà y su increíble mural de azulejos hechos a mano. Allí también podrás sentarte en un mood más de restaurante a la hora de comer y llenar el apetito con sus deliciosos arroces, pescados, carnes y entrantes. Para la cena puedes sentarte en Los Olivos, un restaurante (con una terraza gustosísima) en el que reinan los clásicos made in Spain como las croquetas, el gazpacho o sus bocadillos. Otra opción es subir a su rooftop, 'La Mirada', un lugar para rendirte a un atardecer de cócteles y bocados como un buen tataki de wagyu o un tiradito de calamar.
Sobre Beaumier
El grupo Beaumier es sinónimo de autenticidad en todas las experiencias en las que se embarca y siempre, como hilo conductor, elige destinos llenos de magia. Y es que su filosofía basada en la hospitalidad y en el buen hacer se ha convertido en sello de la casa, donde el lujo, la calma y la naturaleza se dan la mano para recibir a cada huésped que busque desconectar, por ejemplo, en algún rincón del Mediterráneo.