Los cuadros tienen una gran fuerza decorativa, por esa razón, no faltan en los hogares más estilosos. Con ellos damos vida a las paredes y creamos esa sensación que hace acogedora nuestra casa. No obstante, tienen un inconveniente, y es que a la hora de colgarlos, normalmente debemos agujerear las paredes. Pero no siempre tiene por qué ser así.
Si no quieres dañar una pared o simplemente quieres cambiar la decoración con frecuencia, hay muchas formas de lucir arte en casa sin necesidad de taladrarla. En este artículo, queremos que descubras cómo puedes colocar cuadros sin colgarlos, integrándolos en distintos rincones de casa con mucho estilo.
Además, prescindir del taladro no solo es cuestión de evitar daños, sino que también abrimos la puerta a una decoración más flexible, ligera y creativa. Puedes cambiar los cuadros de sitio según la estación, tu estado de ánimo o una simple inspiración del momento. Esta libertad también invita a experimentar con nuevas ubicaciones y composiciones que rompen con lo convencional.
Cómo colocar cuadros sin taladrar la pared
Despídete para siempre del taladro con estas opciones y soluciones que salvan tu pared. Desde soluciones adhesivas a distintos soportes, aquí descubrirás la forma que mejor se ajusta a tus necesidades y preferencias a la hora de colocar cuadros en casa.
- Cintas adhesivas de doble cara: las cintas de doble cara especiales para colgar cuadros, son ideales para piedras ligeras. Algunas soportan varios kilogramos, pero es recomendable que te asegures con anterioridad. Cuando quieras desinstalarlas, puedes retirarlas sin dejar marcas. Funcionan especialmente bien sobre superficies lisas como paredes pintadas, cerámica o madera.
- Ganchos: esta alternativa también funciona de forma adhesiva. Son fáciles de instalar y útiles para cuadros medianos o con alambre trasero. Para retirarlos, basta con tirar de la lengüeta hacia abajo y... ¡voilà!
- Tiras tipo velcro: se adhieren de la misma forma que el velcro. Se coloca una parte en el cuadro y otra en la pared, y luego se unen a presión. Son ideales para cuadros que se quieren cambiar o reposicionar con frecuencia, ya que permiten despegarlos fácilmente.
- Soportes en el suelo o caballetes: Para cuadros más grandes, los caballetes o soportes decorativos permiten apoyarlos directamente en el suelo sin depender de la pared. Son comunes en espacios creativos, aportando un aire informal pero interesantes.
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