El otoño ya está aquí y aunque nos cueste pensar todavía en el frío, mejor comenzar a preparar la casa para cuando busquemos la calidez y el confort de nuestro hogar. La interiorista Virginia Sánchez ha compartido con nosotras los tres errores más habituales que cometemos a la hora de decorar nuestro salón en esta transición estacional. Además, también nos da las claves para corregirlos y sacar el máximo partido a esta estancia que será nuestro refugio preferido en los próximos meses.

Errores y aciertos al decorar un salón de otoño:

Salón blanco y beige de otoño

Un salón en tonos claros y poco recargado es un acierto.

Foto: Foto: Virginia Sánchez Interiorismo

Error 1: saturar el salón con cojines y mantas oscuras

Es un pensamiento bastante común pensar que llenar el salón de cojines, mantas y textiles oscuros nos ayuda a dar calidez a los espacios, pero "el resultado suele ser desordenado y poco acogedor", según palabras de Virginia. Los tonos oscuros, si se usan en exceso, pueden hacer que el lugar luzca más pequeño y abrumador. Además, cuando se combinan demasiadas texturas, se corre el riesgo de perder coherencia en la decoración.

Acierto 1: elegir colores neutros o claros

En vez de inundar el salón con textiles oscuros, podemos optar por una base clara que permita que el espacio parezca más luminoso y abierto. Juega con texturas en mantas y cojines, pero selecciona tonos cálidos y suaves que evoquen el otoño, como ocres, terracotas, cremas y anaranjados. Estos colores armonizan con la temporada y también brindan una sensación de confort sin recargar el ambiente.

Una base clara en la decoración del salón es siempre una apuesta segura. Los tonos neutros permiten que el espacio se mantenga luminoso, incluso durante los días más grises del otoño e invierno. Y para evitar que el salón se vea frío o impersonal, ¡añade toques de color en tonos cálidos, como los mencionados ocres y terracotas!

Alfombra de lana

Pinceladas de calidez.

Foto: Mango Home

Error 2: mantener la decoración veraniega

El cambio de estación también implica un cambio en los textiles del salón. Con la llegada de las tardes más frescas y las noches frías, dejar los elementos decorativos del verano, como linos ligeros o colores brillantes, es un error que afecta tanto la estética como la funcionalidad del espacio.

Acierto 2: optar por tejidos más acogedores

Es el momento de cambiar esos textiles ligeros por otros más gruesos y cálidos. Sustituye las cortinas de lino por tejidos más densos, como el terciopelo o la lana, y asegúrate de incorporar elementos que te abriguen. Por ejemplo, cambia tu alfombra de verano por una de pelo largo o coloca un plaid sobre el sofá, seguro que te invita a pasar más tardes relajadas mientras disfrutas de un buen libro o una película."Aunque todavía hay muchas horas de luz y los días son cálidos en sus horas centrales, las noches son frescas y los amaneceres también, así que mejor prepara tu salón para disfrutar de tardes con las que arroparte con un cálido y agradable plaid de lana natural, una alfombra gruesa sobre la que apoyar tus pies, y un cojín de terciopelo en el que descansar tu espalda", explica la experta. 

Un salón con textiles de oton~o de Virginia Sánchez

Cuida la iluminación.

Foto: Foto: Virginia Sánchez Interiorismo

Error 3: utilizar iluminación fría o brillante

La luz blanca o demasiado brillante en las zonas de descanso es un error frecuente cuando el objetivo es crear un ambiente agradable e íntimo. Las lámparas con luz fría tienden a eliminar la calidez del espacio, generando una atmósfera poco apropiada para el descanso y el relax. "Aunque todavía no hemos cambiado nuestros relojes al horario de invierno, las noches empiezan a ser más frías, pero es un error intentar compensar esas horas de luz con lámparas de iluminación fría (blanca) o demasiado brillante. Quitan calidez al ambiente y generan cierta confusión al cerebro sobre el momento del día en el que estás", comenta Virginia.

Acierto 3: más lámparas de mesa o de pie

Para lograr un salón acogedor en otoño e invierno, es fundamental optar por una iluminación cálida. Las luces que imitan el atardecer, con tonos amarillentos o anaranjados suaves, son ideales para crear un ambiente de confort que favorece la relajación. En lugar de utilizar una iluminación general fuerte, distribuye lámparas de pie o de mesa en distintos puntos del salón, generando un efecto más reconfortante y tranquilo. Por otro lado, este tipo de iluminación ayuda a preparar el cuerpo para el descanso nocturno, especialmente si la utilizas en las últimas horas del día. Además, la luz cálida resalta los tonos y texturas del salón, potenciando esa atmósfera otoñal que buscamos.

Estos consejos de experta son fáciles de aplicar y no te supondrán un gasto demasiado grande, así que prepara tu salón para pasar los meses más fríos del año en un ambiente de lo más acogedor y llenito de estilo.