Los Juegos Olímpicos 2024 han transformado París en el epicentro del deporte y la cultura, incluso las menos deportistas no pueden evitar seguirlos de cerca y hacerse eco de las hazañas de los representantes españoles y de otros aspectos interesantes, aunque algo menos relacionados con el deporte. Así, no se deja de hablar de los ‘vuelos’ de Simone Biles, del oro de Rebeca Andrade, que ha sacado a relucir la camaradería de las americanas (plata y bronce) o de Yusuf Dikec, el tirador olímpico turco que llegó, tiró y consiguió medalla de plata. Sin olvidar la gala de inauguración, con sus detractores y sus defensores. 

Durante estos días, que se prolongarán hasta el 11 de agosto, París ha recibido más de 10.500 atletas de 206 países y unos 15 millones de visitantes, según se estima. Y como era de esperar, en una ciudad como esta, a los eventos deportivos de primer nivel, se les suma un toque de estilo. 

Cuestión de estilo

Un estilo que se deja sentir tanto en las pistas, donde los uniformes de las gimnastas son tan espectaculares como milagrosos, o en las gradas, donde la presencia de algunas royals, como la princesa Leonor, la infanta Sofía o la princesa Amalia de Holanda (con sus looks atrevidos y valientes), o de uno de nuestros referentes, como Marta Ortega, acaparan miradas. 

Pero también en sus espacios, donde destacan sus nuevas instalaciones, como el Centro Acuático Olímpico o la Villa de los Atletas, o detalles no tan recientes, pero igual de estilosos, como los baños rojos de la Torre Eiffel

Todo al rojo

Diseñados por Roca en 2013, momento en el que tuvo lugar el primer gran proyecto de modernización del icono parisino en las últimas décadas. Este proyecto, tan exclusivo y chic, rendía un tributo al simbolismo de París, utilizando el rojo para los baños, que evoca la pasión y la energía de la ciudad, además del color original de toda la torre.

Baño rojo Roca Torre Eiffel

Al combinarlo con blanco, se crea un ambiente lleno de contrastes y gran fuerza visual

Foto: Roca

Con blanco: binomio perfecto

Inspirado por este último detalle, el arquitecto Alain Moatti, responsable del proyecto, eligió para los baños del pabellón Eiffel el lavabo Amberes y el inodoro Meridian en su versión suspendida, creando un contraste armonioso entre curvas y líneas rectas, además de rendir su homenaje personal mediante un diálogo entre el rojo y el blanco.

En los baños del pabellón Ferrié, el lavabo Diverta aporta una estética moderna y funcional, mientras que los urinarios Site, junto con el sistema de descarga electrónico Sentronic, aseguran un uso eficiente del agua y una limpieza automática que mantiene el espacio siempre impecable. 

Baño rojo Roca en la Torre Eiffel

De arriba abajo, paredes, suelo, sanitarios y lavabo apuestan por el total look red

Foto: Roca

Qué tiene el color rojo 

Estamos ante uno de esos colores que despiertan pasiones y es símbolo de la felicidad y la alegría. Como promueve el movimiento, se siente a gusto en pasillos y recibidores, pero también en comedores y en el baño, los de Roca para la Torre Eiffel son un claro ejemplo, sin olvidar, la cocina donde despierta nuestros sentidos y el apetito. Quizás, solo en el dormitorio corra cierto peligro, por tratarse de un tono de los extremos, demasiado arrebatado.

A la hora de aplicarlo, mejor en pequeñas dosis que inunden las estancias de alegría y calidez, pero sin pasarse de la raya. Vigila siempre la luz y encuentra en los tierra y los beiges buenos aliados para equilibrar su fuerza.

La teoría del rojo inesperado

Esta teoría, que ha puesto de moda la interiorista Taylor Migliazzo Simon, asegura que, al añadir algo rojo a cualquier habitación, aunque no combine, se mejora automáticamente el resultado. Traslada del mundo de la moda la reacción al usar un labial rojo. De esta manera, se logra un toque moderno, se eleva el interiorismo y se atrae la atención de un espacio que no lo era.