¿Te acabas de comprar una casa y estás a punto de adentrarte en el desconocido mundo de la decoración? ¿Has decidido que año nuevo, vida nueva, y quieres darle un cambio de look a tu hogar? ¿Te mudas próximamente y ya tienes tal cantidad de tableros de Pinterest que no sabes por dónde empezar?
Tanto si te sientes identificado con alguna de estas preguntas, como si simplemente buscas inspiración para tu casa del futuro, hoy hemos venido a ayudarte en la estrategia previa que debes seguir antes de empezar a decorar tu casa.
Es importante empezar dejando claro que diseñar tu hogar no consiste solo en rellenar espacios, sino en crear rincones que hablen de ti.
Desde Interiores tenemos claro que cada decisión que tomas, desde el color de la pared hasta la textura de la alfombra, debe ser una extensión de tu personalidad. Así que, antes de lanzarte de cabeza a las tiendas, tómate un momento y pregúntate esto: ¿qué quiero expresar a través de mi hogar? ¡Vamos a descubrirlo juntos con estas 21 preguntas clave!
Estas son las 21 preguntas que debes hacerte antes de decorar tu casa
1. ¿Cómo quiero sentirme en mi propia casa?
Lo primero y más importante, qué quiero que transmita mi casa. Piensa en esas tardes en las que llegas cansado... ¿Qué buscas? ¿Quieres relajarte o sentirte inspirado? Yo siempre recomiendo elegir colores suaves si buscas tranquilidad, y tonos vibrantes si lo que quieres es energía. Recuerda, ¡los colores tienen poder!
2. ¿Qué colores me hacen sentir bien?
Cierra los ojos y piensa: ¿Qué colores te hacen sonreír? Si dudas, haz pruebas con muestras de pintura o telas, te sorprenderá lo mucho que una pequeña prototipo puede inspirarte y cambiar toda tu perspectiva. Si las muestras no te ayudan, recurre a tu armario. Muchas veces los colores que elegimos al vestirnos nos dan pistas de los colores por los que nos sentimos atraídos de forma natural.
Si tu armario son todo colores neutros, tómalos como punto de partida y elige un color desaturado con el que te sientas cómodo. Si por el contrario en tu armario abunda el color, eso significa que te sientes extremadamente cómodo alrededor de él. En este caso te diría que es casi obligatorio que tu vivienda sea la extensión de tu armario y apuestes 100% por el color. Inspírate en tu vestido o camisa favorita y juega con combinaciones de colores a partir de dicha pieza.
3. ¿Cuál es mi estilo de vida? ¡De verdad!
¿En tu día a día, eres de los que recibe visitas constantemente, o prefieres la tranquilidad? Algo que siempre recomiendo es adaptar la decoración a tu modo de vida. No es lo mismo decorar para una familia numerosa, donde la comodidad y el bajo mantenimiento serán esenciales que, para un estudio de una o dos personas, donde quizás la preocupación por el diseño tome más protagonismo. Sé honesto contigo mismo, prioriza tus necesidades, y diseña acorde a tu estilo de vida actual y no con el que soñarías tener.
4. ¿Qué espacios uso más?
Haz una lista mental de todos los espacios con los que vas a contar, ordenándolos de más a menos uso. Si el salón es tu centro de operaciones, empieza por ahí. Si en cambio sólo pasas por casa a dormir, ya sabes que es el dormitorio donde tienes que enfocar todos tus esfuerzos.
En el estudio cuando empezamos un nuevo proyecto, siempre comenzamos diseñando el espacio donde más tiempo van a pasar los clientes. Ese espacio ayuda a crear el hilo conductor a partir del cual se unirán conceptualmente el resto de las estancias.
5. ¿Cómo quiero aprovechar el espacio?
Muchas veces menos, es más. Como norma general, evita recargar con elementos innecesarios y dale protagonismo a lo esencial. Tus ojos descansarán y tu alma también. Si estás cambiando la distribución, evita esquinas sin un uso específico y minimiza los pasillos.
No te olvides del almacenaje, ¡esta es una de las pocas excepciones de más es más! Porque, ¿a quién no le faltan armarios en casa para guardar cosas? Aprovecha cualquier rincón para hacer un armario a medida, o haz un banco que esconda almacenaje. Sé creativo, tu yo del futuro te lo agradecerá.
6. ¿Qué inspiraciones visuales me atraen?
Todos tenemos referencias visuales en la cabeza que son recurrentes y nos pueden ayudar como punto de partida. Búscalas y crea tableros en Pinterest, o si eres más old school y prefieres hacerlo a mano, recorta imágenes de revistas para crear un tablero de inspiración físico. Digital o físico, cualquiera de las dos opciones te ayudará a materializar tu visión.
7. ¿Me siento más identificado con ambientes minimalistas o recargados?
Esto es clave, y muy personal. Hay gente que vive bajo la máxima del minimalismo del ‘menos es más’, y otra que se siente atraída por todo lo contrario, el maximalismo en su estado puro y cualquier detalle extravagante. Sea como sea ¡adelante! Tu casa, tus reglas. Pero eso, sí: tenlo claro desde el principio: te ayudará a tener una dirección creativa rotunda, con un resultado coherente sin caer en las medias tintas.
8. ¿Qué estilos me inspiran?
Una vez que tengas identificados tus gustos respecto al minimalismo vs. maximalismo, te animamos a que te inspires en otros estilos: nórdico, industrial, bohemio, clásico... ¡Experimenta hasta encontrar el tuyo! Con ello no sugerimos que transformes tu casa en una copia literal de otro estilo, sino que te inspires, juegues y mezcles hasta dar con tus gustos personales y hagas del espacio algo 100% tuyo.
9. ¿Está mi hogar alineado con mis valores?
Como acabamos de contarte, decorar también es una forma de expresión. Pero no sólo estética, sino toda una declaración de intenciones en cuanto a tus valores se refiere. Cada decisión de diseño dará pistas acerca de tus intereses, ya sea la sostenibilidad, la autenticidad o la creatividad, entre infinitas otras. Tenlo en cuenta y haz que tu casa refleje quién eres.
10. ¿Cuáles son mis hobbies e intereses?
¡Más introspección! ¿Te apasiona la lectura, el arte, la historia, la música…? Nuestros hobbies dicen mucho de nosotros, asique no olvides incorporar algún elemento que hable de tus pasiones. Un error que veo mucho en el diseño residencial es decorar siguiendo tendencias y olvidarse de lo que realmente importa: lo que te hace feliz.
11. ¿Qué materiales prefiero?
Vuelve a la primera pregunta, a esa sensación que quieres que tu casa transmita, y elige los materiales acordes a ella. Cada material tiene su magia y desde aquí te animamos a que la potencies.
Los materiales cálidos como la madera, o los metales y piedras cálidas, transmitirán de forma inevitable esa calidez y confort. Los materiales más industriales como pueden ser el hormigón, el vidrio, o los metales oscuros, trasmitirán modernidad y seriedad.
12. ¿Qué tipo de textiles me atraen?
Los cojines, mantas, cortinas y alfombras pueden transformar un espacio en segundos. ¡No los subestimes! Pero aquí las opciones también son infinitas, por lo que procura enfrentarte a ellos con una estrategia previa. Si optas por textiles de colores neutros, la mezcla de texturas será la gran protagonista, y si por el contrario prefieres estampados y mucho color, las texturas pasarán a un segundo plano, dejando que los propios patrones brillen en su máximo esplendor.
Como tip, te sugerimos que preguntes siempre por la composición de los materiales, ¡recuerda que debe adaptarse a tu estilo de vida!
13. ¿Hay algún elemento arquitectónico que quiera resaltar?
Analiza el espacio existente en búsqueda de algún elemento que ayude a dar personalidad al espacio. Una chimenea existente, unas columnas antiguas, o ladrillos o vigas vistas, pueden ser una gran sorpresa y convertirse en tus grandes aliados. Siempre que cuentes con ellos, ponlos en valor como se merecen y a cambio le darán un carácter único a tu espacio.
14. ¿Qué pieza será el foco de atención?
Cualquier estancia necesita un punto focal donde se dirijan todas las miradas en un primer momento, un elemento especial en torno al cual gire el resto del espacio.
Si, como te contábamos en el punto anterior, cuentas con un elemento arquitectónico que quieras resaltar ¡adelante, ese será tu foco! Si no, apuesta por una pieza icónica: una estantería, una pieza de arte o una lámpara especial que se convierta en la estrella de la sala.
15 ¿Qué piezas de mobiliario ya tengo y quiero conservar?
Igual que te sugeríamos hacer una lista de los espacios, te recomendamos también hacer una lista de los muebles con los que ya cuentas, quedándote sólo con las piezas que más te gustan o que tienen cierto valor para ti. Aprovechar lo que ya tienes no solo es sostenible, sino que además te ayudará a mantener el presupuesto más ajustado. Además, muchas veces restaurar una pieza antigua puede dar un giro inesperado a tu decoración. ¿Tienes un mueble que amas? Hazlo protagonista.
16. ¿Cómo puedo aprovechar la luz natural?
La luz natural es un regalo, ¡aprovéchala al máximo! En la medida de lo posible, a través de nuestro diseño deberíamos intentar multiplicar al máximo la sensación de luz natural de cualquier estancia. Coloca espejos que reflejen la luz y usa cortinas ligeras que dejen pasar, sin bloquear, el bien más preciado de cualquier casa, esos rayos de sol que a todos nos hacen tan felices.
17. ¿Qué tipo de iluminación (artificial) me gusta?
Para gustos colores, y en el mundo de la iluminación la gente suele tener opiniones muy formadas. Una buena forma de empezar es analizar tus preferencias, pero si me preguntas a mí, yo siempre recomiendo luz cálida en zonas de descanso y levemente más fría en las áreas de trabajo. ¡No olvides que la iluminación lo cambia todo! Juega con lámparas de pie, velas y luz natural y, sobre todo, no abuses de la iluminación artificial cenital, los clásicos focos empotrados harán que tu hogar se sienta menos íntimo y acogedor.
18. ¿Cómo puedo integrar la naturaleza en mi hogar?
Las plantas dan vida a cualquier rincón, y desde aquí te animamos a que tengas claro desde un inicio como las puedes implementar en tu diseño. Yo siempre recomiendo tener al menos una planta de interior algo escultural en cada una de las estancias más públicas, como salón, comedor y cocina, añadirán vida y carácter. Aunque no tengas buena mano con las plantas, siempre hay buenas opciones como el anthurium, el lirio de la paz o la lengua de tigre, que son relativamente fáciles de mantener y añadirán ese toque verde que tanto nos conecta con lo natural. Busca maceteros que sean sencillos o que aporten ese toque de contraste, recuerda, ¡intención detrás de cada decisión!
19. ¿Qué recuerdos o elementos personales quiero exhibir?
Este punto puede sembrar algo de controversia, sobre todo si tenemos en mente la clásica imagen de la mesita llena de portarretratos en la casa de nuestras abuelas. Cuidado con hacer de tu hogar un museo, pero yo lo tengo claro: las casas con alma cuentan historias. Imprime esa fotografía o cuelga ese póster de aquel viaje que tanto recuerdas, y déjale que tenga su protagonismo dentro de la casa. Y si no eres tan atrevido, un pequeño espacio para tus fotos o recuerdos te sacará una sonrisa cuando más lo necesites.
20. ¿Qué aromas quiero que definan mi hogar?
A priori el olor puede parecer algo completamente desconectado del diseño de interiores, ya siempre pensamos en él como algo meramente visual. Pero deberíamos imaginarnos nuestra casa como una experiencia completa y holística que cuente nuestra historia en todos los sentidos. En todos los sentidos, incluso de la forma más literal posible, ¡el olor!
El mismo ejercicio que hicimos con el color, hazlo con el olor. Busca velas, difusores o inciensos con los que te sientas identificado y que reiteren la primera pregunta que nos hacíamos, ¿cómo quiero sentirme en mi propia casa? Elige un aroma que refleje esa sensación.
21. La última pregunta y no por ello menos importante… ¿cuál es el presupuesto al que nos tenemos que ajustar?
Cerramos con el tema que seguramente deberíamos haber empezado, porque siempre que empezamos un proyecto de diseño, por muy simple que sea, lo primero que debemos tener claro es el presupuesto del que disponemos.
Te aseguramos que no hace falta gastar una fortuna para tener una casa bonita, pero lo que sí es fundamental es planificarse bien y tener las ideas claras. Mi consejo es que inviertas en un par de piezas clave que doten de esa personalidad en la que tanto hemos insistido, y que el resto se ajuste más al presupuesto que tenemos.
Empieza con una sencilla tabla de Excel, ten clara tu estrategia, y ¡a por ello! ¡Manos a la obra y a disfrutar del proceso!