Estos 4 pisos pequeños (de 7 a 70 m²) demuestran que la distribución y la elección del mobiliario lo son todo

Un único espacio

La idea era la de recuperar la unidad de la vivienda –ubicada en el popular barrio de Lavapiés–, anteriormente dividida en dos mini apartamentos independientes, con la distribución convencional de los pisos turísticos –un salón con cocina americana, una pequeña habitación y un servicio–, con el objetivo de dar forma a una vivienda agradable y cómoda para vivir y dinámica y eficiente para teletrabajar, pensada para una sola persona pero capaz de recibir a clientes y amigos de todo el mundo.

NEDU: de 60 m2

Pese a hallarse en una de las zonas más vibrantes de Madrid, en un edificio que respira historia desde 1882, en el entorno protegido de la Plaza Mayor, Martín Peláez Estudio logró lo inimaginable con el proyecto de reforma NEDU: transformar esta vivienda en un refugio sereno y luminoso, un oasis domotizado alejado del bullicio que la rodea.

Al poner en valor algunos de sus elementos constructivos originales, como los pies derechos de madera y las vigas del forjado del techo, se ampliaron y conectaron los espacios previamente separados, permitiendo disfrutar de la mayor altura posible.

Colores variados

El color, evocando las tonalidades del cielo, transita desde el clásico azul hasta los matices irisados, anaranjados y lilas que despliega el atardecer madrileño, una paleta que se aplica a las piezas de almacenamiento, al mobiliario a medida y a diversos rincones, creando una armonía visual que envuelve toda la vivienda.

Asimismo, más allá de contar con cinco ventanas que enmarcan el horizonte de la capital, los espejos emergen también como elementos esenciales: dispuestos en paneles de gran formato para crear “nuevas aberturas interiores” que multiplican la luz, realzan la paleta cromática y brindan la ilusión de un espacio más amplio, envuelven el inmueble en un baile de reflejos y tonalidades.

REFUGIO 2.0: de 25 m2

Un antiguo bajo comercial, que en su día fue una panadería, transformado en un hogar equilibrado donde cada rincón cumple una función precisa, sin excesos ni carencias. Ana Hernández, fundadora del estudio Her Arquitectura, lideró esta intervención sorprendente, inspirándose en la esencia de las cabañas: refugios pequeños pero bien equipados, que logran ser tanto acogedores como plenamente funcionales.

Debido a las limitadas dimensiones del inmueble, desde el inicio se evitó sobrecargarlo, optando por maximizar el uso de sus distintos niveles, cada uno de los cuales acoge una estancia diferente.

Luz por doquier

Al revestir el suelo con microcemento –a excepción de una delicada alfombra de baldosa hidráulica original que se conservó durante la obra–, la arquitecta logró crear una sensación de continuidad y cohesión visual en toda la vivienda. En cuanto a la iluminación, a pesar de su tamaño compacto, el piso goza de abundante luz natural.

El dormitorio, por ejemplo, destaca por su doble altura culminada con una gran ventana que inunda la estancia, mientras que los diferentes niveles del hogar generan un interesante juego lumínico, aportando
una atmósfera cálida al conjunto.

LE CABANON: de 7m2

Sauna de infrarrojos y bañera de hidromasaje en un apartamento de apenas 6,89 m² ¡Imposible! Eso diríamos, incrédulos, casi todos antes de ver el proyecto firmado por la arquitecta zaragozana Beatriz Ramo y su colega y pareja Bernd Upmeyer, quienes lideran sus propios estudios –STAR strategies + architecture y BOARD, respectivamente– en Róterdam (Países Bajos), donde se ubica esta minivivienda.

Le Cabanon –reconversión de un desván en espacio habitable– toma su nombre de la cabaña homónima diseñada por Le Corbusier en la Costa Azul, y al igual que aquella, ha sido concebida por los mismos arquitectos que la ocuparán.

Rincones bien aprovechados

Ahora, tiene la mitad de la superficie del proyecto de ‘Corbu’ y, a diferencia del suyo, es totalmente autónomo e ideado para una pareja (ellos mismos). Organizado en cuatro ambientes radicalmente distintos tanto en materiales y acabados como en dimensiones, cuenta con un salón de 3 metros de altura, un dormitorio que, a pesar de ser un cubículo tiene mucho espacio de almacenamiento, un aseo con ducha y un spa, el espacio más interior de Le Cabanon: una habitación dentro de otra. Sin olvidarnos de la afortunada vista sobre la ciudad que un gran ventanal de 6 m² concede.