ANTES Y DESPUÉS: de un piso pequeño y estrecho (35 m²) a un hogar más amplio y luminoso con ideas ingeniosas (y sorprendentes)

En la capital es habitual encontrarnos con pisos muy reducidos y mal aprovechados, pues las construcciones de los años 60 a los 80 preferían los pasillos estrechos e infinitos, y con poca luz. Ahora este piso madrileño de apenas 35 m² ha pasado de ser un lugar oscuro y segmentado a convertirse en un luminoso hogar. Así es como la interiorista, Beatriz Moral, responsable del proyecto, define los hogares que crea, donde cada rincón está cuidadosamente diseñado para maximizar la luz, el orden y la funcionalidad del espacio, pero sin perder la comodidad, y la personalidad que todo propietario desea tener en su nueva casa.

Conociendo a la interiorista y arquitecta Beatriz Moral

Beatriz Moral, la interiorista responsable de este proyecto, cocina con tres ingredientes principales: el diseño, la optimización y la adaptabilidad del espacio. Con esta fórmula presenta su forma de trabajar, muy orientada a ayudar a resolver los problemas actuales de espacio que hay en las grandes ciudades, y demostrando que no existen espacios pequeños, sino mal optimizados.

Este renovado piso es un buen ejemplo de ello, y vemos claramente como Beatriz ha logrado aportar más amplitud, almacenamiento y luz a un piso que a priori no parecía tener muchas posibilidades de mejora.

Se puede vivir perfectamente en ambientes reducidos, el tema está en saber cómo y aprovecharlos al máximo.

El "antes y después" de un piso pequeño en imágenes

A continuación, te mostramos paso a paso el antes y el después de la reforma de este pequeño piso para que puedas comprobar la magia de las manos expertas de Beatriz Moral.

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Antes y después del recibidor

La entrada de casa es la primera impresión de los invitados. Beatriz ha transformado un espacio vacío y simple en una estancia llena de estilo e ideas prácticas. Ha ocultado algunos elementos que restaban elegancia. ¿El resultado? Un recibidor moderno y cálido para una bienvenida a casa acogedora.

Antes: una cocina cerrada y limitada

Como ves, la cocina estaba completamente separada del resto del hogar, con muebles básicos y poco espacio para cocinar. Su diseño cerrado impedía la entrada de luz natural y la conexión con el salón.

La obra: el proyecto de reforma

Los aspectos básicos sobre los que ha trabajado la interiorista Beatriz Moral en este pequeño piso han sido tres, fundamentalmente.

Primero, eliminar las divisiones innecesarias para crear un espacio diáfano que conectase la cocina y el salón como el núcleo del hogar.
En segundo lugar, la doble orientación norte-sur garantizaba una ventilación cruzada y una iluminación homogénea a lo largo del día, pero para ello había que abrir más el espacio.
En tercer lugar, el diseño está pensado para integrar soluciones de almacenamiento clave para organizar los espacios sin aislarlos.

Después: una cocina funcional y aprovechada

El espacio abierto hacia el salón, integrando la cocina como parte de un espacio único y diáfano, es una solución perfecta para pisos pequeños. En este caso, el mobiliario a medida, ocupando todos los metros disponibles de la pared, y en tonos verdes, aporta personalidad, mientras que el salpicadero de mármol grisáceo y los electrodomésticos empotrados consiguen como resultado final un diseño limpio y funcional.

Antes: un salón-comedor oscuro

El salón era pequeño y estrecho. Las divisiones con la cocina y los colores neutros, así como el suelo en madera oscura, apagaban la energía del espacio.

Después: un salón-comedor luminoso

El salón, comedor y cocina ahora conforman un espacio central, abierto y lleno de luz. Los detalles como las lámparas colgantes y los muebles ligeros en blanco y de madera clara, así como el suelo en tarima gris, refuerzan la amplitud visualmente hablando. Aquí también se ve el aprovechamiento del espacio en vertical con todos los armarios cubriendo una de las paredes de arriba a abajo.

Antes: pasillo cerrado con muchas puertas

El pasillo estaba desaprovechado, actuando solo como un área de tránsito sin utilidad práctica e impidiendo que la luz natural llegara a todas las estancias.

Después: pasillos con puertas de cristal y mucha luz

El pasillo se ha convertido en una zona de tránsito con mucha luz gracias a las puertas de cristal y el espejo de la pared. Así además, la zona del baño, entre la cocina y el dormitorio, queda escondida con estas preciosas puertas correderas de cristal ahumado. En palabras de la interiorista: “los paneles correderos acristalados, situados en puntos estratégicos, nos han permitido independizar las estancias y disfrutar más de la luz”.

Después: un dormitorio totalmente aprovechado

Aunque el dormitorio es muy pequeño, la interiorista ha sabido aprovechar cada centímetro, con un diseño a medida con armarios empotrados en verde oscuro que aportan calidez y elegancia, pero también un almacenamiento extra muy necesario sin recargar el espacio.

Antes: un baño clásico e impersonal

Aunque el baño era funcional y estaba bien aprovechado, no dejaba de ser poco elegante y anticuado.

Después: un baño con estilo

Ahora el baño es estiloso e incluso más luminoso. El dorado y el bronce de las lámparas aportan sofisticación, personalidad y un toque moderno a la estancia.

Detalles que marcan la diferencia

El diseño ha sido clave para convertir este piso en un hogar acogedor. Los armarios y las estanterías a medida no solo ayudan a la organización, sino que aportan carácter al diseño. Por otro lado, el verde, el gris antracita y los muebles en blanco, sin olvidarnos de los detalles en dorado, dan continuidad y calidez a todas las estancias. Finalmente, los paneles acristalados permiten disfrutar de la luz sin perder la privacidad que se requiere entre espacios.