La madera es uno de los must de la decoración de interiores. Es cálida, tiene buen ‘feeling’ con cualquier material, se adapta a todos los estilos y posee una belleza natural que se traslada al ambiente. Con blanco hace un dúo cromático infalible que vemos en cocinas y salones luciendo su versión ‘para todos los gustos’. Sin embargo, esta temporada se lleva su lado más atrevido combinada con una decoración en colores fuertes.
Si quieres cómo seguir esta moda, sin caer en el exceso, el mal gusto o cierto aire infantil nada sofisticado, estas ideas te lo ponen fácil. Recuerda que, como siempre ocurre cuando hablamos de color, la clave está en mantener cierta coherencia y buscar siempre la armonía. Una manera de poner en práctica esta tendencia sin miedo a equivocarse consiste en introducir el color en pequeñas pinceladas y evitar, por ejemplo, la mezcla de maderas claras, como el roble, con tonos demasiado apagados que en lugar de dar energía consigan el efecto contrario.