Este piso bautizado como Casa Cotton se encuentra en el Ensanche bilbaíno y su compartimentada distribución original correspondía a los edificios de esta zona y a una familia tradicional compuesta por varios miembros. Pero la nueva propietaria no tiene nada que ver con ese planteamiento y por eso quería que la reforma se centrara en poder disfrutar de toda la superficie disponible de la vivienda, con la mayor amplitud posible.
Obedeciendo a dicha petición, Vanesa Vergara, fundadora del estudio IN56 Interiorismo, le dio un giro completo a la distribución, adaptándola a las necesidades de una mujer moderna e independiente. El foco se puso en la zona de día, planteada como un único espacio formado por el salón, el comedor y la cocina, aunque ésta cuenta con un cierre de vidrio que le confiere independencia sin perder la conexión visual del conjunto.
Situar la zona de día donde está responde al aprovechamiento de la esquina del edificio, de configuración poligonal, para conseguir esa gran sensación de amplitud solicitada y, a la vez, disfrutar de las vistas simultáneas a dos calles emblemáticas de la ciudad. Y no solo eso, precisamente esta doble orientación, lo que hace es favorecer una entrada de luz diversa, multiplicando, por tanto, la luminosidad interior.
Tras la distribución, se establecieron las bases en cuanto a tonalidades y materiales. El blanco es el color protagonista, para potenciar la luz, y sobre éste se decidieron otros secundarios, como nudes, tejas y tostados. Y en cuanto a los materiales naturales, la piedra, la madera o el microcemento son los elegidos para conseguir un estilo sobrio y relajante a la vez.
Con la planta del algodón como inspiración, de gran suavidad y fortaleza a partes iguales, Casa Cotton nos habla de sencillez, delicadeza y armonía
- Vanesa Vergara