A las afueras de Limassol, en la isla de Chipre, y frente al Mediterráneo, se ubica un complejo residencial privado de lujo, donde una de las seis villas, la más grande, ha sido completamente reformada tras varios años vacía. Los actuales propietarios la querían ampliar y rediseñar la distribución, tanto de los espacios interiores como exteriores, y rehabilitar las fachadas.
Pero había un 'pero' y eran las restricciones con relación al diseño de la fachada exterior de la villa, ya que debía ajustarse al estilo arquitectónico de todo el complejo, que podría describirse de 'clásico mediterráneo'. Se decidió remodelarla con una línea más refinada, pero lo bastante clásica para que pareciera parte del complejo.
Un trabajo en equipo: arquitectura e interiorismo
El proyecto arquitectónico lo dirigió el equipo de Conomides + Akkelidou Architects, quien trabajó estrechamente con los propietarios y, más concretamente, con la mujer, Julia Romanovskaia, ya que es una consumada diseñadora de interiores. Así, la mayor parte del interiorismo de la villa estuvo firmado por BBF Design.
Si el exterior debía cumplir con una estética más clásica, para el interior, sin embargo, el lenguaje arquitectónico debía de ser distinto. Así, los espacios desprenden una elegancia sencilla y tranquila, claramente contemporánea, con una materialidad rica pero sutil.
La villa consta de tres plantas -sótano, baja y primera planta-, pero todo el interior fue demolido para desarrollar una nueva distribución, con espacios para nuevos usos, ampliando incluso el primer piso. Y como elemento que conecta las tres plantas está la escultórica escalera de forma elíptica situada en el centro, que protagoniza el vestíbulo de la entrada de doble altura.
La zona de día alrededor de la escultural escalera
En el techo, encima de la escalera, se ha añadido una claraboya cuya luz diurna llega hasta el sótano. Y alrededor de ella se desarrolla toda la planta baja diseñada con una distribución diáfana muy espaciosa que comprende la zona de día para la familia con un estar con chimenea, área de televisión, comedor, cocina y sala de juegos.
El interior de la villa se concibió y diseñó para destilar una elegancia contemporánea, tranquila y sin pretensiones. La paleta de materiales y colores se limita a tres componentes principales: paredes y techos revocados y pintados de blanco roto; roble natural para los suelos, mobiliario fijo y revestimiento de paredes; y losas de travertino navona para espacios sanitarios y revestimiento de mármol en cocina y chimeneas.
Primera planta, la más íntima, y con el doble de superficie
La primera planta, que es la que alberga los dormitorios y las zonas más privadas de la familia, se duplicó en superficie con la reforma, y el volumen adicional completa el edificio con una forma cúbica. Es aquí donde se incluye la suite principal, con dos cuartos de baños y dos vestidores, para el marido y la mujer, respectivamente.
Por su parte, los tres niños de la familia tienen su respectivo dormitorio, con cuarto de baño privado. Y cabe destacar que todos los baños de la villa cuentan con revestimientos de mármol diseñados meticulosamente hasta el último detalle, fabricados e importados de Italia para su perfecta instalación por constructores locales.
Un sótano muy bien aprovechado y luminoso
Descendiendo por la escalera hacia la planta sótano se accede a una superficie que ha cambiado completamente su distribución de origen y ahora incluye: una sala de juegos, un spa, una suite de invitados que consta de dos dormitorios con baños en suite, una sala de estar/comedor/cocina, una bodega, una suite de servicio, lavandería y espacios de almacenamiento.
Una rampa existente de origen, que conducía al garaje del sótano, se decidió anular para excavar y rediseñar un estrecho patio ajardinado hundido que recorre toda la longitud del lado oeste del sótano, al mismo nivel que el suelo de este. De esta forma, se permite que los espacios del sótano tengan luz natural y ventilación con vistas al patio ajardinado hundido.
En cuanto a toda el área exterior de la villa, se diseñó como una refinada secuencia de paisajes duros y blancos. La gran zona de estar al aire libre junto a la piscina desbordante, toda revestida de travertino, rodeada de tarima de iroko y pavimento de travertino clásico, césped suave y vegetación. Sobre esta zona se alza una densa pérgola de iroko de 100 metros cuadrados para dar sombra.
"El interior de la villa se concibió y diseñó para destilar una elegancia contemporánea, tranquila y sin pretensiones" _ BBF Design