Una pareja joven, recién casada y con muchos sueños. Así eran, y siguen siendo, los dueños de esta vivienda en Madrid. Estaban en búsqueda de lo que sería su primera casa y querían convertirla en su hogar soñado, su espacio familiar para toda la vida. Una casa en la que crecer y crear su nueva familia.
“El hecho de que todas las estancias fueran exteriores y con amplios ventanales –excepto el aseo de invitados, que se encuentra oculto en los armarios del recibidor– fue crucial en su decisión de comprarla”, cuenta Cristina Espejo y Marta Goyanes, interioristas fundadoras del estudio Espejo & Goyanes y responsables de este proyecto.