Hace 25 años, los propietarios de esta vivienda ya confiaron en el estudio de Laura Carrillo y ahora lo han vuelto a hacer para esta, cuyo uso es de segunda residencia. Está en el centro de Madrid, muy bien ubicada y es de nueva construcción, por lo que la intervención se centró principalmente en una decoración integral con servicio llave en mano, para poder entrar directamente a vivir, aunque, de momento, de forma ocasional, aunque con posibilidades no muy lejanas de hacerlo más permanentemente, sin excesivas obras
Las peticiones de los clientes -una familia de fuera de Madrid, con hijos estudiando aquí- se centraron en hacerla cómoda y funcional, potenciando los espacios de convivencia compartida focalizados en el salón-comedor y facilitando un uso ocasional de la misma, eficiente y sencillo. En cuanto a la decoración, se buscó que reflejara la personalidad de los propietarios, algo fácil teniendo en cuenta "la conexión existente ya para que la interiorista supiera interpretar exitosamente las aspiraciones del cliente", comentan desde el estudio.
El único condicionante del proyecto es que se debieron respetar los elementos estructurales ya existentes y, por tanto, la decoración debía atender a las características del espacio y al uso que se le iba a dar a la vivienda. Lo más valorado es la buena iluminación natural que tiene gracias a sus ventanales, de ahí que la reforma de interiorismo se centró, sobre todo, en el estudio lumínico "para que fuera más adecuado al estilo de decoración y lo hiciera más habitable".
"Mi objetivo fundamental es que cada vivienda refleje el estilo particular de cada cliente y, a la vez, que el resultado tenga alma e identidad" - laura carrillo