Que un hogar desprende calma, con el uso de colores neutros, materiales nobles y tejidos naturales, va mucho más allá de una tendencia; es una necesidad. Como así lo considera Cristina Felipe, de Estudio Crearte, y lo evidencia mostrándonos su propia casa o, mejor dicho, su refugio, como lo define ella. "Es el lugar que me abraza y me protege, que me inspira y me invita a descansar", confiesa.

Una de las principales ventajas que tiene este piso de Madrid es la luminosidad, gracias a sus seis ventanales que, para sus apenas 60 metros cuadrados, son realmente un lujo, además de las vistas al exterior, protagonizadas por un entorno de señoriales fachadas. Con la reforma, su distribución obsoleta sobre una geometría muy cuadrada, se vio obligada a invertirse para adaptarse a sus necesidades.

 

Para Cristina Felipe, diseñar y construir su casa ha supuesto un proceso introspectivo.

Para Cristina Felipe, diseñar y construir su casa ha supuesto un proceso introspectivo.

Foto: ©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Ahora la vivienda cuenta con dos dormitorios (uno con baño en suite), un aseo y un salón comedor conectado a la cocina. En todo el recorrido, las líneas puras, sin apenas adornos, parecen querer abrazarte haciendo que el espacio fluya, se entremezcle y se transforme con el paso del tiempo. Es como un lienzo en blanco sobre el que Cristina empezó a dibujar el sueño de su hogar centrado en proporcionar bien los espacios para darles calidez y calidad.

Desde el inicio ella tuvo claro que quería reutilizar materiales que, de alguna manera, recordaran la esencia de lo que este piso un día fue, devolviéndole ese carácter elegante a través del uso de acabados nobles, sin perder su esencia. La mayoría de las piezas son recuperadas y eso hace que este proyecto tan personal desprenda, más si cabe, un alma muy especial.

Mi casa es mi templo de tranquilidad y calma, un espacio casi monacal"

- Cristina Felipe

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01Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Hall de autor

Butaca, de Rue Vintage. Cuadro, de Eduardo Chillida. Suelo, de Coat Stone.

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©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Salón con personalidad

Butaca-escultura, de Helena Egea Antiques. Cuencos de cerámica y cuadro en tela de Joselu Montojo, cedido por Rue Vintage. Jarrones, de Carina Casanovas. Estante a medida, de Muesco Mobiliario.

03Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Un salón comedor en tonos relajantes

Marco pan de oro, mesa auxiliar y butaca-escultura, de Helena Egea Antiques. Mesa de centro, de Rue Vintage

06Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Un comedor con vistas

Sillas de época, restauradas por Estudio Crearte y tapizado de Decotex. Mesa de piedra diseñada por Estudio Crearte y realizada por Coat-Stone. Librería a medida, de Muesco Mobiliario. Jarrones de cerámica del siglo XVI, de Rue Vintage.

13Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Cocina con dos aberturas

Cocina a medida, de Muesco Mobiliario. Suelo y encimera, de Coat Stone. Butaca, de Rue Vintage.

21Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Coquetería para el aseo de cortesía

Jarrón y textil, de Rue Vintage. Espejo, de Helena Egea Antiques

18Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Un toque negro en el dormitorio principal

Ropa de cama y mesillas de noche, de Rue Vintage. Cortinas, de Decotex. Colchón, de Cuesta. Lamparitas, de Carina Casanovas.

19Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Muebles a medida

Silla descalzadora, de Helena Egea Antiques. Armario a medida, de Muesco Mobiliario. Ropa de cama, de Rue Vintage

20Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Baño en blanco y madera

Cuencos, de Helena Egea Antiques. Textil, de Rue Vintage. Cortina, de Decotex.

11Romero
©Montse Garriga Estilismo: Beatriz Aparicio

Piezas distinguidas en el dormitorio de invitados

Butacas, de Judith San Quintín. Cortinas, de Decotex.