Cuando llega el verano la vida se traslada al exterior y las comidas al aire libre son obligatorias casi a diario y no solo por la clásica y socorrida barbacoa. Aunque al mediodía son habituales, lo cierto es que al caer la tarde cuando las temperaturas bajan, las cenas nos ofrecen uno de los momentos más placenteros del día. Siempre, eso sí que la mesa de comedor cuente con una iluminación idónea
La iluminación del comedor juega un papel principal tanto en la creación de la atmósfera como en la mejora de la experiencia culinaria al facilitar que podamos ver los platos y al resto de comensales. Por cierto, si vas a diseñar la iluminación de tu terraza o jardín, aprovecha para incorporar un sistema que te permita controlar tanto la temperatura como la intensidad, según la ocasión.