Un salón pequeño tiene las mismas posibilidades de éxito, funcionalidad y comodidad que uno XL, aunque a priori pueda no parecerlo. Para equiparar fuerzas y hacer que resulte igual de estiloso y 'amplio', basta con poner en práctica ciertas ideas que ayuden a rentabilizar los metros y a sacar lo mejor de ellos. 

Desde el color de sus paredes y mobiliario, hasta la elección de los muebles y piezas adecuadas o la importancia del orden. Añade un poco de sentido común e ingenio y tendrás el salón de tus sueños, ese en el que te gusta refugiarte, haga calor o frío.