NO escondas la campana extractora: 10 veces que no fue un estorbo decorativo

En esto no hay dudas. Las campanas extractoras son elementos imprescindibles que no pueden faltar en una cocina por una cuestión práctica y de higiene como puedes adivinar; si no quieres esta estancia y el resto de tu casa llena de malos olores y humos. Ahora bien, siempre puedes elegir ocultarla o bien darle su protagonismo y dejarla a la vista.

Nosotros te aconsejamos esta última opción ya que puede ser todo un detalle perfecto para completar el interiorismo de tu cocina. Eso sí, antes de darle presencia, repasa estas imágenes inspiradoras para saber elegir el modelo que mejor encaja por su diseño, forma o volumen con la cocina de tu casa. ¡Y deja que se vea!

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Campana extractora inox en cocina industrial

Que se vea bien

Si hemos hecho toda una declaración de intenciones para no esconder la campana extractora, vamos a cumplirlo. Y en esta cocina con creces. Una campana que forma parte de la misma estructura en inox y que recorre todo el frente de pared de una estancia elegante, lujosa y con aires modernos. Curioso paralelismo, además, con la balda inferior con la que casi se confunde.

Apartamento en Manhattan

Seguimos ruta por cocinas con aire industrial y nos detenemos en otra donde se ve fácilmente la campana con su característica forma. Un elemento preciso sobre la zona de los fuegos y que suma puntos de estilo en un ambiente moderno con ciertos detalles vintage y de loft neoyorquino.

Cocina en gris con un solo frente de armarios

De lo más original

Tercera cocina donde el acero inoxidable y el gris repiten de nuevo como patrón decorativo y cromático. Sin duda, original y personal estancia con la campana a la vista, pero con la peculiaridad de su forma redondeada y tubular. Sencillamente genial.

Una cocina de todo menos tímida

También es vintage esta cocina, pero sus notas decorativas nada tienen que ver con los anteriores ejemplos. En su caso, el azul domina todo el escenario con permiso del revestimiento en mármol y el amarillo para los armarios inferiores. Pero, volvamos al color protagonista; un tono que viste la inmensa campana extractora totalmente al descubierto con detalles en espejo. Elección solo apta para atrevidos.

Cocina en blanco y suelo oscuro de madera

Como parte del todo

Y después de una explosión de color, un poco de calma. La tranquilidad que transmite esta luminosa y práctica cocina con isla en mitad del espacio. Precisamente, en el mueble central se dispone la zona de fuegos y, para acabar con los malos olores, nada de disimular la campana. Le damos su protagonismo vestida de blanco para (casi) pasar desapercibida.

Un recorrido de estilo

En esta otra imagen, repetimos paleta cromática para los muebles y repetimos, también, campana circular que cae del cielo. Bueno, no tanto... más bien viene de una de las paredes con un curioso codo tubular de lo más moderno y actual. Nada se oculta y nos gusta que así sea.

Duelo en las alturas con la lámpara de araña

Vemos de nuevo la idea similar del recorrido de tubos de ventilación que no se esconden. Aquí, además, se complementan con la impresionante campana que forma parte de una decoración ecléctica con cocina de obra (al igual que el elemento de extracción), muebles vintage y contraventanas antiguas.

Juego de camuflaje

La vemos. Está ahí, pero de una forma muy discreta y relajada. Otro ejemplo perfecto de cómo no es necesario esconder la campana extractora de la cocina para que sea un elemento más del interiorismo. En esta ocasión, haciendo que mantenga una linealidad con una de las paredes.

Estructura que cae

Nueva opción de lo más ingeniosa y con estilo para dejar la campana a la vista en una cocina. Dar forma a una estructura de líneas rectas, donde además se han dispuesto diversas luces para dar protagonismo a la zona de cocción. Y todo ello con un diseño limpio, muy fino y minimalista.

Arriba... más arriba

En todas las inspiradoras imágenes que hemos compartido, la campana extractora estaba fácilmente a la vista. Aquí también, pero con un mayor esfuerzo visual. Y es que si no hacemos un ejercicio de contorsionismo del cuello no veremos la original campana integrada con el mismo techo. No está en mitad de la cocina, pero tampoco se esconde de las visitas.