Las cocinas alargadas son habituales en pisos urbanos y, aunque a priori puede parecer que tienen pocas posibilidades estéticas y funcionales, lo cierto es que con ingenio y proporción pueden dar mucho juego y no tener nada que envidiar a las anchas y cuadradas. Con una distribución en línea, en L, incluso en U, para que resulte cómoda es necesario que el espacio de paso del pasillo mida, al menos, 90 cm.
Para quitarlas todos los complejos, lo primero es abrirlas al recibidor, al salón o al comedor, para multiplicar sus metros visuales al instante. Después, mucho blanco (es su color principal), una barra de desayunos por aquí, una balda por allí… Estas nueve propuestas son toda una inspiración. Sus ideas te ayudarán a convertirla en la cocina de tus sueños, pese a su planta y su tamaño.