Con un padre como el reconocido psiquiatra Enrique Rojas Marcos no es de extrañar que sus hijas Marian, psiquiatra, e Isabel, psicóloga, siguieran su mismo camino a la hora de ayudar a la gente a que recuperen su paz y su salud mental. Un equilibrio y una felicidad que se pueden lograr en el día a día y en las pequeñas cosas, tal y como confirman en el Instituto Rojas-Estapé. Y esto también atañe a la casa donde el orden y la constancia son dos aspectos clave, como explican estos mismos expertos en felicidad personal. 

"El orden es un valor humano que se refiere a la buena disposición de las cosas entre sí y a saber poner cada una de ellas en el lugar que le corresponde", explican padre e hijas, al mismo tiempo que apuntan que el orden puede tener muchos significados y se puede materializar de distintas maneras como veremos a continuación. Por su parte, la constancia en palabras de los Rojas-Estapé se refiere a actuar con tenacidad y sin desaliento hasta lograr el objetivo que uno se ha propuesto (ya sea en su propio hogar, en la vida laboral o en la vida más personal).

Cocina totalmente ordenada

Cocina totalmente ordenada 

Foto: Batte Interiorismo

¿Cómo mantener el orden para ser feliz?

Como explican ambos psiquiatras, el orden tiene distintas caras en la vida y en nuestro caso nos interesan aquellas que se refieren a nuestra propia vivienda y cómo este hábito de ser organizados nos ayuda a ser más felices. Es el caso de mantener un orden en una estancia. Para una persona puede que no vaya más allá de una cuestión de limpieza e higiene, pero cuando hay orden también hay paz, hay serenidad, hay felicidad y ganas de estar en ese espacio. Por no hablar del estrés que supone el buscar horas y horas algo que no se encuentre. Esto también afecta a la felicidad y esta se logra con un orden que "aporta a la vida comodidad, eficacia, simplificación de la vida y calma".

Dentro de este orden que se puede llevar a cabo de forma diaria, estos profesionales abogan por aprender a tirar lo que ya no sirve y se guarda sin sentido alguno. Ordenar es saber desprenderse de lo que estorba y ganar paz mental (además de espacio en casa). Pero, de la misma manera que se es ordenado, también es bueno ser flexible y aceptar los cambios e imprevistos que surgen en casa y no convertirse en un rígido perfeccionista de la organización milimétrica. 

Baño sin caos alguno

Baño sin caos alguno

Foto: FOTO: Jordi Canosa INTERIORISMO: Pia Capdevila ESTILISMO: Mar Gausachs

Un hábito constante hacia el orden

Pero, de nada serviría todo lo anterior, recuerda Marian Rojas Estapé y su padre Enrique Rojas, si no se establece una rutina, una continuidad en el tiempo y un esfuerzo en llevar a cabo este hábito del orden en casa. Al final, si se es constante, con el tiempo no costará nada ser organizado y saldrá de una manera natural y sin que uno se dé cuenta en el día a día. 

Una constancia que se manifiesta en dejar la cocina recogida cuando uno termina de cenar (nada de dejar que se acumule todo junto al desayuno), hacer la cama siempre antes de salir, recoger el baño cuando nos damos una ducha o doblar correctamente la ropa que acabamos de recoger de la secadora o que nos hemos comprado en rebajas. Este es el secreto, al menos una parte, de la felicidad.

Vestidor donde cada prenda ocupa su sitio

Vestidor donde cada prenda ocupa su sitio

Foto: FOTO: Sergey Krasyuk